Noche

Me tiré en la cama que quedaba más cerca de la ventana. Estaba cansada por todo lo que había pasado. Llevaba casi dos días sin dormir y tenía hambre. Cogí el teléfono, llamé a la recepción y pedí unos sándwiches..

Cuando terminé lo pensé unos segundos y cogi el móvil. Escribí un mensaje a Penance diciéndole el hotel y la habitación donde estaba. Terminé de comer y me quedé en ropa interior para después meterme en la cama a dormir.

La joven de larguísimos cabellos estaba parada frente a la entrada de aquel motel de mala muerte. No entendía mucho los gustos de Natsuko, pero no tenía intenciones de averiguarlo, no de momento y tampoco0 tras haber recibido el mensaje de parte de la rubia diciendo que estaría en aquel lugar mientras Zone dormía en el hospital.

No sabía si entrar o no al edificio que tenía en frente. Había dejado la base de Tridente sin decirle nada a nadie después de haberle comentado antes a Yoshitsune que, lo más seguro, era que se quedaría en el templo del Devil 33 a dormir.

Abrí los ojos cuando escuché que alguien tocaba a la puerta. Me levanté, me puse una camiseta y abrí, mirando a ver quién era.

- Ah, hola.

Dejé que pasara y me fui de nuevo a la cama.

- Apaga la luz cuando te acuestes -Me quité la camiseta y me tumbé de nuevo- "Qué calor hace en Kyoto...".

((Obviamente, si le quieres preguntar algo, adelante, está despierta xD))

[xD Mira a ver si puedes explayarte un poco más hija, vas siempre a la directa xD]

- Natsuko, no pasaré la noche aquí -le dije desde la puerta sin entrar al lugar aún cuando me había decidido por pasar a ver qué tal se encontraba la rubia. Había apagado la luz en cuanto ella se acostó pues tenía planeado irme de nuevo. Pasaría la noche fuera, quizá en el Devil 33 o incluso sin dormir patinando por las calles de Kyoto, tenía que pensar algunas cosas y con Tsuko al lado seguramente no haría otra cosa que preguntarme si en verdad debería no estar cabreada con Zone o si estarlo precisamente por ello.

Me giré en la cama y le miré desde la penumbra.

- Dónde vas a estar? -Pregunté, curiosa-.

Me levanté cojeando levemente y me acerqué a mis pantalones para rebuscar en el bolsillo derecho. Saqué unas cuantas monedas y un par de billetes. Me acerqué a la puerta, descalza, y le dí el dinero.

- Cena algo por lo menos -Me apoyé en la pared de al lado de la puerta con el brazo izquierdo y dejé caer todo mi peso en esa dirección- que eres capaz de estar en ayunas hasta que te obligue a comer -alcé una ceja al darme cuenta de la gracia del asunto y no pude evitar sonreír- y duerme, que también eres capaz de eso -Casi reí al decirlo-.

[....... ¿Por qué me agrandas el "descalza"? Ni que fuera estúpida xD]


- No soy una niña como para que me andes diciendo qué he de hacer y qué no, además sí he comido "Hace unas cinco horas, pero sí he comido" -le dijo y pensó para sí misma respectivamente. En cierto modo si se pensaba quedar la noche en vela, pero dudaba que el sueño no acabase por vencerla en alguna hora después de la medianoche, aún así, aceptó el dinero. También podría pensar mientras comia algo...

- ¿Qué tal está Zone? -cuestionó curiosa, pues no sabía nada de él desde que los dejó a ambos en el hospital y Tsuko le llamó. Además así cambiaba de tema de forma disimulada, no le iba a decir dónde estaría pues ni ella lo sabía con exactitud.

((Déjalo, ni poniéndolo más grande lo has pillado xDDDDDDDDD))

Le cogí el moflete y se lo estiré como a todos los enanos que se cruzaban en mi camino e iban de listos.

- Ya lo sé, eres una chica mayor -Bromeé adornando mi cara con una ancha sonrisa y cara de superioridad-. Zone está planeando su huida, pero está bien -Contesté y alcé una ceja- parece que no puedo saber por dónde andarás -Reí un poco-.

Entonces vi unas sombras detrás de Penance, por lo que me escondí lo más rápido que me permitieron los pies tras la puerta, pegándome a la pared.

- 'Itae...!' -Me quejé en voz baja. Seguía teniendo heridas parecidas a quemaduras desde más o menos los tobillos por el viajecito por encima de los cables de la noche anterior- 'Kuso' -Maldecí-.

Cuando su moflete fue cogido la mirada de la morena se afiló hasta el punto que Natsuklo ya podría estar tres metros bajo tierra si las miradas matasen, además, la de la ojiazul reflejaba con claridad las ganas de pegarle o incluso morderle para que la soltase, eso sí, mientras la escuchaba hablar cabreada por el agarre.

- Cualquiera diría que andas huyendo de algo -fue cuanto comentó por la estúpida acción de la rubia mientras sobaba sus mejillas ahora coloradas por el incómodo estirar de estas.

Le miré algo extrañada por su idea.

- Penance, voy en ropa interior -Dije como si fuera obvio (en realidad, lo era)-.

Me separé de la pared y me apoyé como estaba antes.

- Si te entra sueño no te tires debajo de cualquier puente, vente aquí -Le dí una tarjeta que funcionaba como llave- Me da igual que me despiertes -Alcé una mano y andé hacia mi cama- Buenas noches -Ya cerraría ella la puerta-.

Me acosté de nuevo con los pies algo doloridos. Me había costado llegar hasta la cama sin hacerme daño, pero se veía que cojeaba. Di la espalda a la puerta e intenté dormirme.

- Ir en ropa interior es como ir en bikini -le dijo in tapujo alguno, pues así era como ella pensaba. Llevar un bikini era casi lo mismo que llevar lencería, aunque claro, con sus respectivas y obvias diferencias. Además habría jurado que la "amachada" de las dos era Natsuko...

Cogió la tarjeta que le era tendida y se puso los cascos, dejando sonar música de extraño idioma, coreano a lo mejor, pero antes de salir se volvió hacia la rubia y, aún teniendo la música lo bastante alta como para que ni ella misma se oyese, habló en tono bajo, sabiendo que Tsuko sí podría oírla.

- No vuelva sa hacer ninguna idiotez, podrías haber perdido algo más que la movilidad de tus pies. Al menos eso es reversible -no quería hacerla sentir mal, pero quería que supiera que, en cuanto a locuras, las de Penance no se podían ni coparar con esa última que había hecho ella. Quizás algunas de las batallitas de la morena sí, pero ella llevaba mucho más tiempo, era más ahbilidosa que la adulta y sabía discernir los peligros que ella no lograba siquiera notar.


[Salgo de escena]