Paseando

Aquí estaba, una vez más, andando por la plaza del Mall, bastante concurrida a estas horas. Es lo que tiene el tener hambre y no ganas de cocinar.

Me acerqué a un puesto de perritos calientes y pedí dos completos, sentándome en un banco a saciar mi apetito.

Ese día llevaba una camiseta azul marino sin mangas y unos vaqueros de igual color. Llevaba unas botas de goma con varias hebillas, conjuntando con mi cinturón, pulsera, anillos y collar de pinchos, que, sumado a los piercings de las orejas, me daban un aspecto bastante... peculiar.

Zone iba caminando tranquilamente hacia el puesto de ramen, donde iba a alimentarse normalmente, ademas le hacían descuento por cliente habitual. El chico, iba con una camisa blanca, y una corbata negra, ademas de unos tejanos rotos. Caminaba con las manos a la altura de la nuca, sin preocupaciones aparentes.

-Ahhh....Que hambre...¡Espero que la abuela hoy me haga un ramen como el de siempre! Grito contento, y tan despreocupado como siempre.

Había terminado de comer hacía unos escasos 10 minutos y miraba las nubes que flotaban en el cielo. Tenía los brazos abiertos en cruz sobre el respaldo del banco y había dejado caer la cabeza hacia atrás (pesaba demasiado como para mantenerla en alto).

Casi me había dormido cuando me sobresalté por el grito que había pegado un chico. Le miré cabreada, pero también algo agradecida, pues me podía pasar cualquier cosa si me quedaba dormida donde estaba.

- ¿Podrías dejar de chillar? Estás en un sitio público, enano -Protesté, bostezando después-.

Isaac se giro hacia la chica. Tampoco era tan alta, para ir diciendo enano a la gente.

-¡Hahaha! Yo creía que en los sitios públicos no se dormía...Comento, para después sonreír. El chico se cruzo de brazos, y asintió. Esa chica se había contrariado a si misma.

-Ademas, tampoco soy tan pequeño. ¡Ya tengo 16 años! Añadió, señalándose a si mismo con el dedo gordo, mientras seguía sonriendo. Desde que llego, no había parado de hacerlo.

Miré al chico con una media sonrisa.

- 1 a 1 -Contesté, alzando una ceja-. Sigues siendo un enano. Yo tengo 20 -Reí un poco y me desperecé-.

¡20 años! No lo aparentaba, eso seguro. En cualquier caso, seguía teniendo hambre. Y eso se demostraba con el incesante ruido de su estomago. Zone se llevo la mano al estomago, incluso le dolía un poco.

-Bueno, yo iba a comer ramen...Dijo, como intentando despedirse. Sinceramente dudaba que la chica viniera con el, aunque no seria la pirmera vez que le pasaba algo parecido.

-Y después...¡A volar! Añadió mirando el cielo, sonriente.

- Dónde hacen ramen? -Pregunté algo sorprendida, incorporándome de golpe en el banco y levantándome- no he visto ningún puesto por aquí y llevo tiempo buscándolo -Me levanté- Mejor te acompaño, así lo veo.

Lo alcancé y metí las manos en los bolsillos, calculando cuánto dinero me quedaba. No tenía hambre, pero me apetecía un bol de ramen. Hacía mucho tiempo que no comía.

- Estoy demasiado acostumbrada a esos... Eres de por aquí? -Me había entrado curiosidad. Quizá vivía cerca-.

Andamos un trecho, hablando. Cada vez me caía mejor a pesar de ser un...

- 'Enano' -Susurré inconscientemente-.

Zone asintio, sonriente, llevandose las manos a la nuca.

-Si, de echo voy a el instituto Higachu. Explico, mirando a la chica. Ahora, con la luz, se notaba mas que el chico tenia los ojos de dos colores diferentes. Uno rojo, y el otro amarillo. La verdad es que resaltaban bastante.

-¿Perdon? No te e escuchado..¡Hahaha! Rio despreocupadamente, mientras caminaba en esa postura. Ya faltaba poco para llegar a el puesto.

-Y por cierto...Soy Zone, encantado. Acabo de añadir, presentandose, de forma un tanto especial.

Volví a alzar las cejas. Unos ojos extraños.

- Nada, nada. Harada Natsuko, pero llámame Supiido -Me presenté también- Yo estudio en la Universidad Privada de Tokio (¿?)

-Ohm. ¿Una universitaria eh? Dijo, sonriente. "Privada....Sera una chica con dinero..." Pensó Zone, mientras caminaba. Justo se paro, y señalo en frente. Era uno de esos pequeños puestos, donde servían lo que les pedías. Zone se sentó en una de las sillas, sonriente.

-¡Abuela! Dos boles de Ramen, por favor. De dentro salio una pequeña abuela, y asintió contenta.

-¡Marchando hijo! Dijo la anciana.

Me asomé a olisquear.

- Uhm... Qué bueno va a estar... -dije sonriendo- Sueles venir, no? Menuda confianza -Reí-.

Zone rió con ella, contento.

-Si. ¡Su Ramen es el mejor de todo Tokyo! Explico, quizás un poco exagerado. Al poco, mientras los dos charlaban tranquilamente.

-Aquí tenéis pareja...Un buen bol....Que no sobre nada...Jooojooojooo...Dijo un abuelo que trajo la comida, sonriente.

-¡Itadakimasu!* Dijo, para después abrir los palillos, y empezar a comer, haciendo bastante ruido, como es costumbre en japon.

*Itadakimasu, quiere decir "Buen Provecho", en japones.

Reí por la ocurrencia de Zone y sonreí al hombre que nos sirvió.

- ... -Cogí unos palillos y los abrí- 'Itadakimasu' -Pronuncié con un hilo de voz y comencé a comer, algo perdida en mis pensamientos-.

Zone miro expectante a la chica, esperando que dijera que le parecía.

-¿Y bien? ¿Deliciosos, verdad? Pregunto, curioso, mientras dejaba temporalmente de comer.

Paré de comer y cogí aire.

- .... -miré al chico y después a los fideos- Están.... buenos. Muy buenos! -Sonreí contenta- Vamos, come tú también -Pedí- No sé cómo se me ha podido pasar este sitio, en serio...

Seguí comiendo, disfrutando cada bocado.

Me atraganté con el ramen. Tuve que dejarlo sobre la mesa y coger una servilleta. Cuando paré de toser me sequé una lágrima que estaba a punto de caer.

- No vuelvas a decir eso... -Comenté, medio en serio medio en broma-.

Tosí un poco más y seguí comiendo. Tenía la garganta irritada.

Me había molestado, quién sabe por qué, pero pensé que el chico no tenía ni idea de mi posible reacción por lo que no le recriminé absolutamente nada.

Zone también aguanto un poco la risa, ya que tenia la garganta, y la boca llena de fideos de ramen.

-¡Acabe! Ahhh...Sin duda, la abuela prepara el mejor Ramen de todo Tokyo. Dijo convencido, mientras se aflojaba un poco la corbata, por pura costumbre. Ademas llevaba un pendiente en la oreja en forma de calavera, y unas vistosas pulseras de pinchos. Parecía ser que le gustaban ese tipo de cosas.

-¿Abuela, cuando te debo? Pregunto el chico, llevándose la mano a el pantalón. La abuela asomo la cabeza, y negó.

-¡No me debes nada! Ya hiciste bastante "Aquella vez". Dijo la abuela, dejando en suspende lo que paso.

Miré a Zone de reojo, alzando una ceja y sonriendo.

- Déjame preguntar... qué hiciste?

Saqué un billete del bolsillo y lo entregué a la mujer que nos miraba.

- Supongo que habrá bastante. Yo pago -Cojí unas monedas por si me hacían falta más tarde-.

Me levanté también y andé junto a él hasta un banco, donde me senté.

- Supongo que ganaste -Estudié curiosa su expresión. Estaba serio?- Entonces se te da bien el Air Treck. Llevas mucho tiempo?

Zone miro curioso a la chica. ¿Conocía el Air Treck? Seguramente seria una Storm Raider.

-Un poco, si. Soy de Grado "D". Dijo, sin sorna, o orgullo en su tono, si no solo como información extra. Aunque la verdad es que talento si tenia, aun era algo joven.

-¿Eres una Storm Raider? Pregunto, sorprendido.

- No lo pareces -Dije, algo sorprendida-. Sí, soy una StormRaider, aunque estoy empezando. Hace apenas 4 meses y no es que entrene mucho que digamos -Gota-.