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Lo primero que se veía era en el interior, por estar las puerta abiertas de par en par, sobre una de las paredes el logo del Tridente de más de tres metros de alto en color rojo sangre, en el piso el grafiti del Devil 33 les indicaban que habían entrado por la puerta principal. Al parecer no había nadie, era demasiado temprano y los que se refugiaban de tanto en tanto allí dormían aún.

Take siempre ha sido caprichoso -comentario pesado, pero verdadero. El conjunto de personas que conformaban a Take-chan siempre tenían opiniones muy volubles, pero la mayoría de ellas implicaban violencia y, en definitiva, acción para aquellos que pueden o no verse involucrados directa e indirectamente.

- Cuánto tiempo -murmuró para sí misma con una tierna sonrisa y sus orbes entrecerrados, pasando las yemas de sus dedos derechos sobre la superficie de la pared con el símbolo del equipo. Recuerdos, siempre recuerdos acudían a su mente desde que sabía que se dirigía a esa ciudad. Pequeños fragmentos de su vida, días felices, algunos más tranquilos que otros y, como no podían faltar, también momentos malos.Su vida nunca había sido un camino de riosas precisamente, pero se alegraba de "estar en casa".

Rememoraba algún que otro salto del Devil 33, tanto de rivales como del propio Yoshitsune. Siempre le había gustado ver los retos de aquel lugar a pesar de que Benkei se lo prohibiera, aunque eso no impadía que la pequeña morena se colara cada dos por tres en el lugar, escondiéndose y viendo los "combates" que allí se realizaban.

Dejó que ella ingresara primero y solo se quedó recostado en el perfil de la puerta mientras la miraba acariciar el emblema del equipo, sonreía a medio labio con el cigarro en la comisura de los mismos y sus brazos estaban cruzados. Por un momento pareció verla con poco más de la mitad de altura llevando en sus manos unas ruedas de AT, repuestos o partes rotas que ella jugaba y a veces arreglaba para sorpresa de todos. Ahora que lo recordaba no le parecía tan sorprendente que fuese una TTT.

Levantó la mirada a las ventanas con los vidrios rotos, colándose entre ellos y a através de ellos, los rayos del sol iluminaban el lugar. Separándose de donde descansaba se adelantó hacia ella mirando su cuerpo, esta vez viendo más allá de sus dotes de mujer - ¿Cuáles son tus datos? Si lo deseas usamos a Take-chan para que funcione de lector de tu memory. - para fortuna de la pelinegra, Benkei no estaba allí y no estaría por unos tres o cuatro días. Asuntos del equipo la habían llevado al otro lado Kyoto, sobre la zona de Kansai.

Escasos segundos duró su etapa nostálgica, frenada por la misma Penance antes de escuchar como Yoshitsune se acercaba y voltear a mirarle, aún con su mano sobre el emblema antes de recogerla, guardándola en su bolsillo correspondiente.

- Como veas. De momento mi nivel de combate, la última vez que lo miré, era de 18 creo. Me siento como si aún fuera una simple novata... -comentó rascándose la nuca en un gesto algo nervioso. Desde que conoció a Zone sentía que, o era demasiado mala, o que apenas había combatido en la Parts War, y su mente a veces se decantaba por la primera opción. Aún así, quería mejorar tanto como pudiera pues tenía en mente enfrentarse a un Clase D en cuanto pudiera, y no serían más de un par de semanas, día arriba día abajo.

Su mirada pensativa se quedó mirándola, parecía que miraba la zona de su pecho pero si se observaba su mirada esta parecía concentrarse en un punto más allá. Llevó su diestra a su mentón rozándolo un par de veces mientras pensaba - ¿Tienes alguna especialidad? El sendero del anillo no es un sendero violento… Dime como peleas, contra quien lo haz hecho. - tenía que saber que bases tenía para comenzar desde allí.

Ella sabía perfectamente que el rubio no se detenía a entrenar StormRiders pero hacía una excepción con ella, a parte por lo interesado que se mostraba era obvio que no lo hacía por obligación si no que por gusto.

Bajó su mirada a las botas ajenas y enseguida pensó si le quedarían los ATs que tenía en el lugar que se podía llamar su habitación, siendo esto más un deposito donde extrañamente el rey dormía a una habitación realmente.

- Suelo centrarme en velocidad y fuerza. Si no estuviera en el Tool Toul To lo más seguro es que escogiese el sendero Sangriento o el Sonia, pero hay veces en que también pensaba seguir el del Sable -confesó sabiendo bien que el rubio no le diría nada a Benkei sobre eso y, de hacerlo, al menos a ella solo le alegraría saber que su hermanita pequeña consideraba su propio sendero una de las opciones que habría escogido.

- Mi "táctica" no es evitar que mis adversarios me vean, sino hacer que me vean lo bastante tarde como para no poder bloquearme. he luchado contra algunos de mi rango, en la parts War, solo una pelea, el resto fueron retos sueltos en los que apostábamos cualquier cosa. Es por eso por lo que no he subido aún de rango pues, de momento, solo he perdido una o dos veces -respondía tranquila, sin que le importase que él estuviese mirándole el pecho, sabía bien que, cuándo quería, se mostraba serio y profesional en su, por llamarlo de alguna manera, trabajo.

- Tengo air treck -le dijo para sacarle de su pequeña ensoñación cuando él le miró los pies. Al parecer el "camuflaje" funcionaba mejor de lo que pensaba.

Cruzando sus brazos se recargó en su pierna derecha volviendo su mirada al rostro ajeno - Eres de velocidad y consideras como posibilidades dos senderos casi opuestos, tienes caderas ideales para el sendero de Sonia pero no me agradaría verte revolcarte de dolor por cada patada lanzada. En cambio el sendero del colmillo… Mejor dejemos el sendero de lado. – recien allí capacito de lo que ella había dicho - Perfecto, ponte los ATs, yo iré por los míos. – y sin esperarla comenzó a encaminarse por una puerta que daba a un pasillo a un anexo del templo perdiéndose de vista. Quizás no era la mejor idea dejarle sola en la base del Tridente, sobretodo cuando nadie más que los líderes la conocían y si algún miembro del equipo se le ocurría pasar por allí la tomaría como una invasora, o pero, una espía.

- Me centro más en la potencia, además he hecho parkour, así que en cuanto a agilidad, flexibilidad y resistencia voy bien. En cuanto a los inconvenientes... "Uno de los senderos me destroza el cuerpo y el otro los muslos..." -pensó antes de verle alejarse. Le había faltado saltar mientras corría para que la morena o se partiera de risa o pensara en disimular que no le conocía por la verguenza ajena.

Se encogió de hombros suspirando levemente antes de agacharse, hincando una sola rodilla en tierra y pasando su mano por la parte exterior de la suela de su bota, activando así el mecanismo que la hizo "retractarse" y plegarse hasta desaparecer, mostrando sus AT y las peuqeñas cuchillas que este tenía tanto cerca de sus ruedas como el la parte delantera y trasera, casi bordeando lo que era la zona del pie. Repitió el proceso con su bota contraria y se alzó, esperando la llegada del rubio.

Pasaron varios minutos hasta que un estruendo (no me resistía usar la palabra xD) se escuchó proveniente de donde el rubio se había ido, el sonido fue precedido por un insulto del rey, era obvio que había tirado algo o se había tropezado con el tiradero que allí. Al cabo de unos minutos el rey de ridículos pantalones apareció por donde se había ido deslizándose sobre un par de patines normales, a diferencia de otros reyes era extraño verlo con la regalía del estruendo en su vida diaria y más cuando iba a entrenar con “una novata” alguien mal parado podía terminar sin cabeza.

Al verla sonrió, sobre patines su andar bamboleante y desigual desaparecía y se deslizaba con la gracia de un patinador artístico, aunque quizás sea un poco exagerada la comparación. Miraba sus botas sonriendo de lado a lado, le recordaban en demasía a los ATs de Benkei aunque estos se veían más letales. - Bien bien bien~ Dices que eres rápida, ¿cuál es tu velocidad máxima?-

El ruido la alertó haciendo que se pusiera en guardia volteando a mirar el lugar del que dicho sonido provenía y lista para moverse en cualquier momento, aunque se relajó de sobre manera al escuchar el insulto, casi cómico, y el andar, si se podía llamar así, del varón de lentes violetas.

- ............ No quiero saber los detalles -dijo con una enorme gota sobre la sien cuando el ojiverde estuvo lo bastante cerca de ella como para oírle. Era más que obvio que, por el silencio del lugar,

- Tanto como rápida... Quizá un poco más para los de Clase F pero sin pasarse. Se puede decir que soy normalita. Creo que alcanzo los... 130 km/h me parece... -no le parecía algo exagerado sino, como había dicho, algo normalito.

No se burló, aunque tampoco se sorprendió, tampoco cambió su expresión, parecía simplemente que no la había escuchado. Miraba sus botas pareciendo ensimismado en sus propios pensamientos, repentinamente una sonrisa altanera y sádica se dibujó en sus labios, como un demonio sus dientes mordían el filtro del cigarro permitiéndole sonreír a sus anchas, se le notaban los colmillos sobresaliendo de la línea recta que formaban sus dientes realzando más la apariencia de demonio que pareció tener el rey con su peinado y su mirada astuta - Velocidad… Entrenemos tu punto débil. Hagamos un poco de Wall ride~ - alzó su mano y señaló la salida - Vamos a la parte trasera del templo, allí tenemos la pared completa para nosotros solos. - por su tono y la manera que vocalizaba sus palabras era más que obvio para alguien que lo conociera minímamente que algo se traía entre manos.

- "Miedo me da...." -pensó para sí misma al ver la apariencia que le era mostrada. El apodo de Oni le venía al pelo, y nunca mejor dicho... Aún así, le seguiría.

Desconocía lo que el Rey del Estruendo planeaba obligarle a hacer durante el entrenamiento, pero tenía planeado llegar hasta el final. No quería hacer el ridículo en su combate y solo tenía, por así decirlo, un 0'5% de posibilidades de ganar a quien tenía planeado retar, así que la ayuda nunca esaba de más y un entrenamiento demoníaco era justamente lo que necesitaba por sádico y masoca que sonase.

Se adelantó para que ella lo siguiese, llevó ambas manos a su espalda y patinaba como si sus ATs fuese patines normales, es decir balanceando su cuerpo de un lado a otro mientras daba pasos que se extendían apenas un cuarto metro hasta que el pie era levantado. Parecía ridículamente feliz.

Patinó hasta la puerta lateral, una amplia puerta corrediza de metal la cual empujó a un lado sin dificultad, pese a parecer pesada no lo era demasiado, y salió al exterior. Patinó por el pasillo exterior, techado y de piso firme dirigiéndose a la parte trasera del templo, el olor a pintura se comenzaba a sentir y cuando ella doblara por la esquina hacia la parte trasera del templo vería a dos riders del equipo Espíritus de samurái, llevaban sus respectivos cascos simulando las mascaras de los antiguos samuráis de Kyoto, sus ropas estaban todas manchadas de pintura blanca y en sus manos tenían una brocha y un rodillo respectivamente. La pared estaba completamente pintada de blanco aún fresca, estaban dando una segunda mano. Discutían entre ellos sobre las remodelaciones y restauración del templo, quien tardaba menos, quien pintaba más y lo feliz que estría Benkei cuando regresara y viese el trabajo terminado. A sus pies descalzos varias latas de pintura abiertas se dispersaban por el piso y a un lado estaban dos pares de ATs. Ambos callaron cuando vieron al rey aparecer por el costado. Ese silencio cómplice llenó el ambiente entre ambos riders mientras el rubio permanecía parado, sonriente, observandolos.

Le siguió sin necesidad de moverse mucho, tan solo, a diferencia de él, dejaba que los propios AT y el motor de la rueda delantera la movieran cuando ejercía la presión justa sobre este para no acelerarse demasiado, pero tampoco para quedarse atrás.

Una vez fuera, tan solo observó la recién pintada pared y a los dos hombres que se hallaban dándole los últimos retoques a esa primera capa. Mantuvo silencio mirando a los samuráis y a Yoshitsune respectivamente, intercambiando su vista del uno a los otros y viceversa.

- No pienso subir por esa pared -advirtió rompiendo el silencio, incómodo para ella yseñalando el muro ya dicho. Ni de broma podría patinar por ella sin que las ruedas de sus treck quedasen manchadas y, con escasa suerte, la pintura terminara por fastidiar el mecanismo de los patines. Aunque no por ello la opción de que el Rey le hechase encima a ambos "pintores" había sido descartada.

Ignoró completamente a la “pequeña” Karu-chan mientras se acercaba a ambos riders rodeándolos para aparecer entre ellos y descansar sus brazos en los hombros ajenos en un abrazo familiar y amigable, el cigarro en algún momento había abandonado su boca y estaba en su mano derecha. Los samuráis se miraron entre ellos y luego al sonriente rey sin intención de apartarse - Wow chicos, hicieron un trabajo estupendo, la pared quedó como nueva, no se ve para nada la pintura del fondo y ese blanco le da más luminosidad al lugar, ¿no lo creen? – ambos se volvieron a mirar y uno llevó su mano a su nuca rascándose la zona donde sus cortos cabellos castaños se escapaban del casco, intentaban descifrar las intenciones del excéntrico líder. Finalmente ese habló - Quedó tal como Benkei-sama pidió que quedase. Llevó tres días de trabajo pero ya terminamos con el color base, pensabamos empezar hoy con el logo. –

El rey asintió con la cabeza y soltó a ambos riders acercándose a uno de las latas de pintura, agachándose para tomarla por el grueso alambre que pasaba de un lado a otro de la boca. Se acercó a ella y miró la pared - Tranquila, no patinaras sobre la pared… - dejó caer el balde de pintura al piso desperdigando una gran mancha de pintura roja la cual llegó, obviamente, a los patines de la pelinegra y los propios del rubio quien los movió haciendo girar las ruedas por encima del charco de pintura carmesí. Su sonrisa había aumentado y vuelto a tomar aquella apariencia demoniaca - …pintaras sobre ella. Quiero que dibujes el emblema del tridente con tus ATs –

Le vió alejarse, no le incomodó demasiado, si pensaba hecharle encima a los riders no tenía reparo enpelear aún cuando, de seguro, la fuerza de ambos superaba la suya solo por el hecho de ser adultos y hombres. Sin embargo, esa idea se desmoronó como si, paradójicamente, fuera un muro derrumbándose dentro de su cabeza cuando le escuchó hablasr.

- ..... -definitivamente no tenía ni idea de qué decir. Ni una sola palabra escapaba de su boca entreabierta. ¿En serio quería hacerle pintar el logo de Tridente en aquella pared? De ser así, estaba segura que un solo fallo en la forma y le obligaría a repetirlo una y otra vez.

- Tiempo muerto, a ver si lo he entendido... ¿Quieres decir que utilice los treck para hacer remontes y, mientras, pintar el "Maldito" logo de tu equipo en la pared brocha en mano? -quería asegurarse, pues si podía, seguro que el rubio se lo ponía mucho más difícil y estúpido aún.

Claramente la reacción de ambos riders no difirió mucho de la que mostró la pelinegra, ambos se miraron boquiabiertos deliberando quien hablaría primero o si lo harían, pues para mal o para bien ese rubio loco era su líder y tenía cargo por encima de Benkei pero por otro lado si Benkei se enteraba de que la pared no quedaría como ella esperaba los castraría con sus ATs… literalmente. Uno de los samuráis palmeó el hombro del otro cuando este segundo iba a hablar y le negó con la cabeza apartándose y tomando asiento en el césped a varios metros de distancia, acto que el segundo imitó, estaba claro que no se meterían y por lo que se veía de sus rostros detrás de aquellas mascaras era obvio que cualquier cosa culparían al rubio frente a Benkei.

Por su parte el rey del estruendo alzó su mano y dio un pequeño golpe en la frente de la TTT - Eres algo lenta. Déjame mostrarte. - patinó por encima de la mancha roja alejándose, dejando la línea carmesí tras de si. Se quedó enfrentado a la pared donde se agachó tocando el piso con la punta de sus dedos. Su pierna derecha se fue hacia atrás recta mientras que la izquierda se mantenía flexionada con su rodilla contra el pecho. El zumbido del motor se agudizó al aumentar y salió disparado directo hacia la pared, metro y medio antes de llegar saltó contra esta y subió recto hacia arriba unos cuatro metros antes de separarse de dicha pared en la acción de saltar, como si de una superficie horizontal se tratase, su cuerpo giró 360 grados en el aire antes de caer de pie frente a la pared. Alzó su mirada observando por encima de sus gafas. Las ruedas embebidas en pintura roja habían dejado el camino por donde había patinado el ojiverde marcando dos línea perfectamente rectas y paralelas hacia arriba.

Se giró a ella sonriente - Utilizarás tus ATs para dibujar, ahí ya tienes el centro del emblema, haciendo el mismo recorrido podrás pintar el centro. Utiliza tus brazos y el peso de tu cuerpo para modificar tu trayectoria. No necesitas torsión para esto, no es alto y siendo una Rider de velocidad podrás tomar el impulso que necesites para subir tan alto - mientras explicaba señalaba repetidas veces el piso y la pared mientras sus manos modulaban a la par de sus labios como si con esos gestos podría darse a entender mejor.

Por lo visto los "Samuráis" ahora sentados no le serían de ninguna ayuda, pues ni uno de ellos abrió siquiera la boca para replicar al de cutres lentes tras una silenciosa y ridícula discusión sobre quién de los dos tendría las... Narices de enfrentarse a él. El golpe de su frente le hizo volver a mirar al Rey con el ceño un poco fruncido y a punto estuvo de soltarle cuatro palabra bien dichas por su comentario, pero se mordió la lengua justo a tiempo.

Le observó cada movimiento, cada centímetro que sus patines recorrieron así como cada una de las notas que estos hacían al rodar por el asfalto y cortar el aire en una sucesión de silbidos y demás sonidos que su mente registraba. La afinación de los patines que tenía era buena, y resistían bien las extrañas exigencias de aquel que los portaba. Tan solo la joven esperaba que, como los air treck ajenos, los suyos no se resintieran de ser tocados por la pintura.

- "¿Acaso espera que dé un salto por cada una de las marcas del círculo?" -pensó para sí misma aunque desistió, de nada servía discutir con él , no si llevaba todas las de ganar. Ella misma había aceptado el entrenameinto así que, ahora le tocaba pringar y apechugar con ello.

Muy a su pesar patinó sobre la pintura roja, deseando matar al ojiverde por la futura sesión de limpieza a la que sometería a sus treck tras acabar con aquella prueba. Patinó un poco comprobando cómo funcionaban sus ruedas con el extra añadido mientras recogía su cabello para, a parte de evitar mancharlo, ahorrarse alguna futura molestia que le pudiera acarrear.

Se paró más o menos a la misma distancia a la que estaba Yoshitsune, estando justo frente a él pero mirando las líneas paralelas del emblema. Ciertamente, la pared no era muy alta, la del Saint Marie sería más o menos igual y no solía tener problemas para salir del colegio por las paredes en lugar de por la puerta principal como todo el mundo.

Miró una última vez a su entrenador antes de activar los motores de sus trecks para adquirir velocidad y comenzar la corta carrera hasta llegar a la pared, imitando casi con escrupulosa perfección los movimeitnos ajenos aunque claro, de una forma un poco distinta no solo porque su cuerpo fuera más liviano y pequeño, sino porque, aún sabiendo con precisión cuándo, dónde y qué movimento había efectuado el Rey, ella seguía siendo "novata", lo que se notó cuando terminó de rellenar lo que sería el palo del tridente pues al impulsarse para alejarse y dar un salto, uno de sus patines resbaló, haciendo que se viera obligada a poner mayor empuje en el otro para recuperar medianamente el equilibrio y caer, tras una voltereta, nuevamente en tierra arrastrándose metro y poco antes de que sus AT frenasen. Por suerte, su patín resbaló hacia abajo, por lo que la estructura marcada por Yoshi no cambió.

- ¿Algo así?

Cuando ella se alejó enfrentándose a la pared el rubio retrocedió para darle espacio, llevó su diestra a sus labios sosteniendo el cigarrillo entre sus dedos mientras fumaba tranquilamente. La observaba de manera constante y analítica en cada uno de sus movimientos, él también calculaba en su cabeza la velocidad que tomaba, analizaba cuando saltaba, como, como se manejaba en la superficie vertical, en pocas palabras, la estaba analizando.

Cuando ella quedó parada frente a la pared el se acercó, había notado ese pequeño desliz pero no se lo recalcó, ella seguramente lo había notado también. - Exactamente así~ - revisó en su bolsillo… luego en otro, en otro y finalmente sacó una pegatina donde se veía el emblema del Tridente. Tomó la mano de la pelinegra y de un pequeño golpe lo dejó pegado en el reverso de la misma. Era algo grande para la zona pero no molestaba, era de un material plástico y flexible, claramente hecho así para soportar estar pegado a la intemperie. - Guíate por este y si necesitas más pintura le pides a ellos. – le dijo señalando a los Riders que observaban como si se tratase de un espectáculo - Iré por un destornillador y limpiaré mis patines. – Dicho esto pasó frente de ella dispuesto a ingresar al templo.

Le oyó acercarse, pero lo único que hizo fue reincorporarse, ya había una cosa menos por hacer. Ahora solo quedaban las tres puntas del tridente, el nombre del equipo, eso sí pensaba hacerlo a mano, y las marcas del círuclo que lo rodeaban. Miraba la figura absorta, visualizando mentalmente más o menos la distancia a la que deberían estar las marcas del palo, qué radio más o menos debería tener la circumferéncia... En fin, algunas cosas que hicieron que no se diese cuenta de que Yoshi le había cogido la mano salvo cuando le pegó el emblema en ella.

A puntito estuvo de decirle algo del tipo "Ya sé cómo es el emblema", pero se calló. Mejor tener una referencia y hacerlo exactamente como era la pegatina que tener algún pequeño fallo y que el varón se lo recalcara cada dos por tres. Así mismo, no quería que su público se pudiera reír de ella por algún error, aunque eso pasó a segundo plano cuando escuchó el comentario del rubio.

- "¡La madre que lo...!" -se sentía como la chacha... Le tocaba pintar ahorrándole el trabajo al rubio. Aquello era como la película esa de un niño que enceraba un coche, con la diferencia de que esto no era tan sencillo y no le estaba enseñando karate precisamente.

Chasqueó la lengua molesta, al menos no le obligaba a hacer ninguna mezcla rara de color ni nada por el estilo. Lo compicado ahora sería ver cómo hacer bien las marcas del círculo... Se puso de nuevo en la msima posición de antes aunque algo más a la derecha y haciendo casi lo msimo de antes con la diferencia de que su salto fue más alto y que, en lugar de correr por la pared, lo que hizo fue casi chocar contra esta, frenándose con su brazo sin dao alguno y dejándose caer, pintando asi dos de las marcas laterales del emblema al tener uno de sus treck por debajo del otro y volver a impulsarse a tierra para evitar extender la pintura más allá de las marcas hechas.

- Dos menos...

El rubio desapareció por la esquina del templo dejando un camino rojo a su paso.

Ambos Riders se acomodaron y uno se levantó tomando una lata vacía para colocarla volcada y usarla como almohada. - ¿Crees que Benkei se moleste por que Yoshitsune no pintó el logo en cambio trajo a una equis a hacerlo? – el otro alzó la mirada y moviendo un poco el casco se rascó la mejilla mirando a la pelinegra - Pues no sé… yo no pienso decirle, aunque si queda mal será culpa suya… mejor no meternos. – el primero asintió con la cabeza - Si, mejor no meterse, hasta parecen pareja a veces… Oye… la equis esta… ¿no te recuerda a alguien? –. El segundo se sentó abrazando sus rodillas mirando con más detenimiento a la TTT - Cuando recién la vi pensé que era Benkei pero vista de más cerca me di cuenta que no era. Es muy parecida, si… - el primero sonrió e hizo un gesto sobre su pecho claramente indicando el tamaño de los senos de la aludida y ambos rieron.

Mientras los riders hablaban ella ya había repetido el mismo proceso pero invertido, haciendo las marcas del lado opuesto con un poco más de facilidad por su afinidad a usar el lado izquierdo de su cuerpo como mera iniciativa, semejante a como hacían los zurdos, solo que ella era ambidiestra, pero solo para algunas cosas...

Se paró nuevamente frente a la estructura, solo que esta vez algo más cerca, intentando pensar una forma rápida de hacer las marcas de la parte inferior sin tener que hacer más maniobras de las necesaras, sin embargo, el constante hablar de los varones empezaba a ponerla más nerviosa de lo que ya estaba, más aún al llamarla "equís" que Dios sabría porqué lo decían, por lo que no dudó un solo segundo en voltear su rostro a ellos.

- ¡¿Os podéis callar ya cotorras?! -el mismo pronto que su hermana, eso sin duda. Había gritado para que pudiesen oírla desde donde se encontraba, dejando mostrar enfado no con ellos, sino con el ojiverde que había desaparecido relegando sus labores a la joven. Ahora parecía usar la promesa de no decirle nada a Benkei sobre ella en su propia cuenta ya que, siendo así, no le podía decir que la morena menor había pintado el logo en su lugar.

Ambos se quedaron mirando estáticos a la pelinegra por algunos segundos. Uno de ellos se paró, el de cabello más corto y castaño, por lo que dejaba ver el casco siendo el otro de pelo negro y llegándole a los hombros atado en una cola- Avanzó a ella caminando tranquilamente, su mirada repasó su cuerpo y sus labios formaban una sonrisa - Tranquila linda. Ten cuidado a quien le levantas la voz -, alzó la mano tomándola por el mentón para que lo mirase, su mirada era castaña y por lo que el casco y mascara dejaban ver no superaría los 17 o 18 años, pese a no tener colocados sus ATs era bastante alto, incluso tanto como Yoshitsune.

Su compañero se levantó sin acercarse - No sé si sea buena idea, Putoshida. La trajo Yoshitsune y si… - se silenciaron sus palabras cuando el primero alzó su mano libre indicandole silencio.

Suspiró una vez más de pesada forma, mirando de nuevo la marca al conseguir su propósito, callar a ambos, aunque su rostro se vió obligado a voltear cuando su mentón fue cogido por la mano del rider. Su ceño se frunció un poco más, gruñendo haciendo que solo le faltara mostrar un colmillo o ambos para mostrarse hostil y animalesca en exceso, así como violenta por la intención, fácil de ver para el moreno, de pegarle un rodillazo a su compañero aunque su pierna descendió al oír el nombre de este.

- ¿Puto.... Shida? -no pudo controlarse, el enfado anterior desapareció de un plumazo dejando a su paso una risa casi exagerada. Era impensable que alguien tuviera ese apellido, y solo el hecho de pensarlo ya hacía que la joven se riera, alejándose un par de pasos y posando una sus manos sobre su estómago, llevando la otra a su boca como buscando detener su risa.

Cuando la chica comenzó a reírse del apellido del castaño este la soltó y no tardó en mostrar su enojo, era obvio que no era la primera vez que se reían de su nombre - ¡¡YA CALLATE!! ¡¿Qué encuentras de gracioso?! ¡¿Eh?! ¡¿Crees que yo elegí llamarme así?! – se volteó al otro StormRider señalándole con el dedo - ¡Te dije que no me llamaras así! ¡¿Para que diablos tengo un nombre de StormRider si no me llaman por el?! – su compañero solo alzó sus manos negando con ellas - Que no me lo acuerdo, hombre, te lo cambias todos los días. Y un sobrenombre se gana, no se inventa… Aunque en tu caso, el nombre que te puso Yoshitsune, yo dejaría de ser StormRider… -

Ese comentario hizo estallar la ira de Putoshida [xD! Muero cuando lo escribo] quien tomando una lata de pintura sin abrir comenzó a perseguir a su compañero quien comenzó a correr para salvarse.