Trabajo.

Ese fin de semana las quejas sobre Stormriders habían alcanzado prácticamente record, pero lo que definitívamente le molestaba en ese instante era el lugar donde debía ejercer su profesión: un parque de diversiones.
Entre niños y parejas que no dejaban de reír y bromear entre juegos estúpidos, caminaba el policía con una notable cara de pocos amigos, criticando en su mente cada uno de los detalles que veía en los puestos: desde la comida extraña hasta los numerosos peluches de sonrisas extremadamente forzadas, necesitó de una palmada en el rostro para desviar su atención de estos para seguir caminando con una mano colgada del cinturón correspondiente al pantalón, manteniendo la mirada atenta en busca de cualquier desperfecto.

[Abran paso! Suicida llegando d1]



Había ganado entradas para el parque de atracciones. Dos para ser extacto pero ni por asomo las compartiría con Natsuko, aunque sí que dejó una de ellas en el piso por si a la rubia le daba la vena de ir al lugar. Por supuesto, ella tenía pensado ir sola, así que así lo hizo.

Salió no muy temprano de casa, ataviada con una camiseta negra que dejaba la espalda completamente al aire, permitiendo así que su tatuaje se viera con claridad, con la excepción de su zona lumbar y la nuca, donde se unían los dos tirantes que sujetaban dicha prenda de sinuoso escote en "V" que no dejaba ver mucho más allá del inicio de los senos de la joven. Vaqueros de igual color negro, cinturón plateado con una hebilla en forma de cabeza de águila y sus Kuro roses en forma de simples botas de plataforma. Así mismo, su cabello andaba recogido en una alta coleta que se balanceaba a cada paso que daba.

Su primera parada fue un puesto de helados, donde se compró un Maxibomb (quién no lo conozca que busque en google xD) de chocolate y vainilla antes de irse a un Tiro al Blanco. Apenas prestó atención a la policía que caminaba también por allí. Después de todo, en ese momento no era más que una chica que buscaba pasar el rato derribando patos o golpeando dianas. Una chica con el emblema del Tool Toul To en su pendiente y en una pegatina bajo su camiseta cabía mencionar...

[ Wtf, Kaito es hombre. ]

No había señales de A-T en lo que su vista podía apreciar, ni un sólo joven revoltoso al cual pudiese arrestar con tanto placer. Optó por extraer de su bolsillo una cajetilla de cigarros seguido de un encendedor cuadrado labrado en plata, con el cual dió mecha al cigarro al cual pronto le dió una calada, pensando en que quizás la búsqueda habría sido mucho más efectiva de haber traído a Agito como carnada o quizás, a Udou para entretenerse.

Había olvidado que en la entrada del parque de diversiones había dejado estacionada su gigantesca Hummer y que quizás algunos patinadores la hayan reconocido y se marcharon, bueno .. De esa manera el parque se encontraría a salvo, ya se encargaría Akira de las calles.

De repente contra su espalda chocó un atolondrado joven ebrio, el cual al no estar en pleno uso de sus facultades mentales le había confundido con una dama y ahora se encontraba tocándole los gluteos, a lo que el policía reaccionó con un pésimo y sádico humor lo suficientemente extremista para sacar su pistola, la cargó con balas falsas y empezó a disparar con fuerza en la entrepierna del tipo.- ¡¡¿¿ACASO BUSCAS QUE TE ARRESTE, ESCORIA??!!

[La policía como término genérico xDU No como persona en sí xD]



El sonido de disparos alertaría a cualquiera, más a la joven al estar cerca de la "escenita" que estaba ocurriendo a sus espaldas. Mantenía el helado en su boca hasta que, cogiendo el arma de juguete con una sola mano, dió un mordisco al chocolate alejando el dulce de su boca con su mano libre.

- Deberías calmarte... Van a tirarte de aquí como sigas dejando impotente a ese borracho -comentó divertida aunque ni por un solo momento despegó su mirada del juego en el que estaba. Por el momento no había fallado ni un solo pato aunque su atención estaba algo más centrada en el hombre armado que en lo que tenía frente a sí.Quizás era una loca al ecirle siquiera algo al platinado furioso pues, por las caras de los transeúntes, estaba más que claro que ninguno se atrevería con él.

El pobre hombre no dejaba de revolcarse de un lado a otro sosteniéndose sus partes íntimas, a pesar de ello seguía disparando y cuando se terminaron las balas, dejó caer el cargador al suelo sin más uso y sacó otro del bolsillo perteneciente a sus jeans violeta, introduciéndolo y cargando el arma pero no para seguir disparando al jóven, si no que ahora apuntó a los gluteos de la muchacha que había hablado y disparó una sola vez creando cierta nalgada "indirecta", que debido a la distancia no debía doler demasiado.- ¿Quieres pasarte el fin de semana en una celda, niña? -Su rostro se había enfriado más de la cuenta y casi parecía un ser enloquecido, pero no dejaba de verse con cierto encanto debido al cigarro que seguía ocuándo la comisura de sus labios, cuyo humo emitía cada vez que consideraba necesario.

Un último disparo por su parte se dejó ver antes de que la bala ajena golpease su trasero, ahciendo que, en un acto reflejo quizás, su cuerpo voltease a darle su perfil al varon, apuntando el rifle del puesto al policía, clavando su afilada mirada de azul en la aqua ajena antes de relajar sus facciones.

- Ie ^^ -comentó con una amplia sonrisa a modo de respuesta antes de dejar el arma sobre la "barra" del puestecillo, cambiándola por un peluche en forma de perro que pensaba regalarle a su compañera. Había ganado el Premio Gordo pero pasaba de tener un oso rosa de dos metros en su casa.

- Supongo que la policía no descansa... Ni siquiera en fin de semana -volvió a abrir la boca simplemente para dejar su frase en el aire antes de darle un nuevo bocado a su helado y se sobaba levemente el golpe, en realidad no le había dado a ella, sino a la cartera que guardaba en su bolsillo trasero. Seguía sonriente como si no le importase la amenaza que, puede, se llevara a cabo más pronto de lo que se esperaba.

Los reflejos de la muchacha le habían llamado la atención considerablemente, al grado de hacer que sus labios cambiaran la torcida mueca de enojo por una sonrisa a medio labio, pues si ella se trataba de un Stormrider o no, de seguro debía conocer a uno para haber ganado tan buena defensa. Pero como en ese instante no estaba seguro de ello, guardó la pistola y se acercó a ella con un curioso rostro tranquilo, sintiendo cómo el abrigo negro apenas y se sostenía de los codos, dejando los hombros y la mitad de su torso descubierto, como si sólo fuese un adorno insignificante.- .. ¿Y tú serías capaz de liberarme de mis labores un rato?

La mueca ajena no hizo más que ampliar de sutil manera la sonrisa inocente de su rostro. Unos reflejos rápidos se podían adquirir en muchos sitios y, aunque estaba claro dónde los había obtenido ella, eso no era algo que el cocodrilo de Shijuku pudiera saber.

- Quién sabe... Dudo mucho poder retarte, mucho menos entretenerte en un tiro al blanco en condiciones. No en este puesto a menos que te quieras llevar el Pink bear~ -canturreó divertida señalando hacia atrás, dirigiendo su pulgar al nombrado peluche que incluso la superaba a ella en altura.

- ¿Quieres proponer tú algo? -cuestionó guardando el peluche ganado en una bolsa y esperando respuesta mientras seguía con su postre sin importarle mucho el humo que empezaba a inundar su "espacio vital" por el acercamiento ajeno.

Envió la mirada hacia el enorme peluche y su rostro pareció verse molesto, ya que si obtenía el premio segúramente sería él quien debía cargarlo, cosa que no le llamaba mucho la atención. Emitió un suspiro y decidió guiarse por los gustos de la fémina, pues él era muy poco conocedor (por no decir nulo) en todos esos sitios de entretenimiento infantil, además debía encontrar una manera de ver las habilidades ajenas.- .. ¿Existe algún juego extremista en este lugar? - Guardó las manos en sus bolsillos y adoptó una postura floja, sintiendo cómo una nocturna ventisca le movía los cabellos, algunos sostenidos por cuentas amarillo claro.

No pudo evitar reír un poco al ver la reacción ajena ante el mirar del pijo peluche que le era señalado. Quizá le molestaría más de lo que ya estaba, pero eso no pareció importarle a la fémina en absoluto. Hasta se lo merecía por haber intentado darle en una de sus nalgas con las balas.

- Me temo que no... No todos los gustos son bien mirados, a menos claro que te apetezca saltar de la montaña rusa en marcha -respondió, dando una alocada idea. Seguro que sería un buen subidón de adrenalina pero, a parte de peligroso en extremo, aunque puede que no apra ellos, iba contra las normas. Y un policía no solía poder incumplirlas.

- Es un parque de atracciones, no un campo de concentración -esta vez sí, rió de una forma menos disimulada. No se burlaba de él por mucho que pudiese parecerlo. Demasiado centrada estaba en su dulce y en las caras que el peliplata ponía solo como para meterse aún más con él.

Afiló la mirada de sus pupilas celeste turquesa cuando escuchó la idea de la muchacha, tal vez si le incitaba al acto y la atrapaba en este, tendría un buen motivo para arrestarle y así no se iría con las manos vacías. Se colocó a lado de la muchacha y le pasó un brazo por la cintura para sujetarle un costado, observando la montaña rusa por unos instantes, mismos por los cuales circuló la idea de también, subirse a circular sobre los rieles de la misma, demasiado tentador, pero imposible para sus principios.- Si no hay nadie en riesgo, podríamos intentar lo de la montaña.

Su mirada siguió en todo momento el mover de la mano ajena que se posó en su cintura, apenas cubierta por la camisa que no ocultaba el inicio de su cadera ni su bajo vientre, por lo que el contacto de piel contra piel fue sentido bastante directo.

- Tú eres el poli, haz que nos la reserven y nos dejen saltar de esta sin intentar detenernos en nuestro acto semi suicida -toda esa retaíla de palabras fue dicha casi al borde de la risa. Ella bienq ue podría subirse a esta incluso sin necesidad de hacerlo en uno de los vagones, pero teniendo a un policía justo al lado no era la mejor de las ideas.

Su mirada había vuelto a clavarse en la de él y, aún cuando el humo la molestaba, no se quejaba por este, así como también mantenía la lengua tras sus labios en cuanto al tema del agarre. No solía dejar quela tocasen de aquella forma.

Semi suicida.. Pensó el argumento algunas veces y eso le hizo sonreír de manera sádica, pues si algo le agradaban era los actos donde lograba colocarlo todo, quizás.. Tal vez podría divertirse de alguna forma en esa noche. Mediante el agarre a su cintura en el cual podía sentir claramente la suavidad y temperatura corporal de la fémina, le encaminó hacia la montaña rusa que se encontraba a algunos metros de ellos, protagonizada por los numerosos carros en los que iba montada gente que gritaba enloquecida por la adrenalina, además de que elevaba los brazos.-.. Gritan por algo demasiado insignificante.

Avanzó sin oponer resistencia, caminando al mismo ritmo que él apenas adelantándose un paso y volviendo a quedar a la par del ojiazul. Su mirada, en lugar de estar fija en su destino o acompañante, vagaba curiosa por cada puestecito, buscando algún lugar donde comprarse otro helado tras haberle dado el último bocado al suyo.

- Gritan por algo que les gusta -corrigió mirándole de soslayo antes de adelantarse, librándose de delicada forma de la mano de su costado.

- Deberías vivir un poco más la vida... Después de todo, solo tenemos una -caminaba despreocupada en dirección a la entrada de la atracción, dándole la espalda al estar algo adelantada y entrelazando sus manos a la altura de sus glúteos.

A lo mejor estaba jugando con fuego... No solía ser buena idea mezclarse con la policía, no siendo una StormRider aún cuando el hecho de ser una Tool Toul To fuera más importante en su vida. Incluso estas tenían sus roces con la ley.

Quizás podría haberle contado muchas cosas de su vida a la chica, demostrarle que su vida de por sí ya era demasiado agitada para su gusto pero que aún así, le agradaba, no obstante consideró inecesario profundizar en asuntos personales con la chica y se detuvo al inicio de la montaña rusa, donde apenas los vagones se estaban desocupando y que, sin desearlo, la multitud deseosa de entrar a uno terminó empujándole directo hacia un lugar del sitio, alcanzando a tomar de la muñeca a la chica para no perderla de vista, quedando sentados en el último vagón.- .. Oh mierda..

- ¡Oe! -se quejó al ser arrastrada dentro del vagón y casi empujada también por la aglomerada multitud. El último vagón... Un "genial" pasó por su mente, nunca le había gustado la última fila, prefería siempre de las primeras, incluso las del medio. En cuanto pudo darse cuenta ya se había sentado, teniendo aún su muñeca agarrada y mirando al frente.

- Oh mierda... -comentó justo tras él, como recalcando sus palabras y, como burla del destino, las palancas de seguridad y demás parafernalia de los asientos se cerraron,impidiéndoles la "huída" y dando por iniciada la atracción.

No más de unos segundos tuvieron para, quizá, arrepentirse de no haberse librado del agarre de los artilugios de seguridad pues los gritos y las manos alzadas así como las primeras cuestas y aumentos de velocidad tomaron el control de la atracción. Ya daba igual quejarse así que, lejos de seguir molesta, la joven deshizo su coleta, poniéndose la goma negra en la muñeca libre y dejando así todo su cabello suelto. Estaban en la cola del "tren" así que no podía molestar a nadie con la exagerada longitud de este y le encantaba sentir el viento despeinarla.

"Déjate llevar" era la frase que, en esos mismos instantes, inundaba cada fibra del cuerpo, mente y alma de la joven que sonreía y gritaba. Quizás no fuera lo mismo que con los air treck, pero tampoco importaba mucho.

Esta vez no pudo disimular la enorme inconformidad que sentía al encontrarse en ese sitio, mucho menos en el último vagón, y no es que él fuera muy cercano a ese tipo de juegos, si no que ya tenía suficientes experiencias extremistas en su vida cotidiana. Apoyó un codo en su lado correspondiente del sitio y recargó su cabeza en la mano, bastante aguafiestas y negativo para la ocasión.- .. Yupi. - Dijo completamente aburrido.

El juego comenzó a salir y este primero escaló una gran colina, trayecto que le pareció bastante aburrido, aunque después fue soltado a gran velocidad y sintió cómo todo el cabello se le hizo hacia atrás, incluso tuvo que cerrar un poco los ojos.- .. ¡¡Pero que- ... ¡¡TUU!! - Justo en ese entonces vió a un chico con A-T que pensaba saltar, a lo cual sacó el látigo de su cadera y azotó el trasero del muchacho con bastante brusquedad. En su otra mano traía su pistola, dándole un tiro al seguro del vagón para poder quedar de pie en el mismo, conteniendo gran equilibrio.- ¡¡¡QUEDAS ARRESTADO, ME OÍSTE!!!??

- Eres algo soso ¿no? -cuestionó divertida y ya sin disimular ni un solo momento su risa mientras le miraba, solo volteando levemente su rostro. Era demasiado gracioso verle poner aquellas extrañas muecas de molestia, sobre todo acompañadas de sus palabras dichas con aquel tono que le daba, aunque no fuera la intención, un toque más gracioso a la situación del momento.

- "Vaya hombre... ¿Y ese cómo se ha librado de la protección?" -pensó bastante tranquila, mirando el susodicho artefacto. Al parecer no se había cerrado del todo... Una de dos, o el mantenimiento del lugar era deficiente o el insensato muchacho era lo bastante inteligente como para evitar que el seguro hiciese su trabajo.

De todas formas no pudo quedarse mucho tiempo pensando en ello ya que una línea negra entró en su campo de visión, tras ella, el chasquido del látigo y el golpear de ete contra el trasero del joven que casi pierde por completo el equilibrio. De más está decir que los aspavientos de su acompañante tampoco pasaban desapercividos.

- Uh~ Eso debió doler~ -comentó lo bastante alto como para que kaito la escuchara, al menos antes de que le pegara un tiro al seguro y se pusiera de pie. Su mirada se había posado en él, todo lo que le permitía el viento en la cara y la altura sobresaliente de este claro está.

- Creo que es mala idea ^^ -le dijo desde abajo mirándole con una sonrisa inocente, empezaban a acercarse a un looping de los buenos y, estando ambos varones de pie, acabarían por saltar del vagón de una forma u otra.

La verdad es que incluso a ella le habían dado ganas de lenvantarse, pero no quería que el Cocodrilo de Shinjuku se llevara dos presas ese día, no si la segunda era ella... Eso sí, estaba atenta a los movimientos de ambos. Sabía bien que el platinado no necesitaba ayuda para salvarse de peliagudas situaciones, aunque quizás el rider sí la necesitase

Había sacado de su pantalón un par de esposas que ya tenían por dueñas las muñecas del stormrider que estaba a punto de atrapar, no obstante el camino que seguía de la montaña no era favorable para él, por lo que necesitaba pensar algo rápido.

El Stormrider había saltado hacia atrás burlándose del policía al confiar en que este no le podría atrapar, sin embargo en un arriesgado salto activó las ruedas de sus A-T especiales y saltó hacia atrás, tomándole una muñeca al sujeto.- ¡Sujétalo! -Le gritó a la muchacha ya que el latigo estaba suelto y hasta ahora era su único soporte, que de no tomarlo tendría que requerir una maniobra mucho más peligrosa, ya que el chico no dejaba de sacudirse intentando escapar.

No se movió de su lugar mietnras observaba la escena que acontecía, digna de una película pero bastante real en aquellos tiempos. No se sorprendió mucho cuando vió al insensato maniobrar de aquella forma en la que, si no tenía suerte, acabaría pegándose contra los rieles, no solo al parecer pues el ojiazul saltó tras él.

Ni siquiera escuchó el grito ajeno, usó algunas de sus herramientas para aflojar el seguro y poder deslizarse fácilmente bajo este para ponerse en una mejor posición, es decir, dando una vuelta de 180º mientras enredaba el látigo en su antebrazo izquierdo, cogiéndolo con ambas manos, no sin antes claro está, asegurarse para no caer cuando los vagones estuvieran boca abajo.

- "Esto acabará conmigo..." -cual adulta aburrida ese pensamiento cruzó su mente, aunque en verdad la situación le divertía bastante. No haría nada para ayudar al rider, culpa suya el haber intentado algo sin darse cuenta del policía que tenía tras de sí.

- ¡DEBERÍAS PENSAR EN PONERTE A DIETA! -le gritó apra que pudiera escucharla, ni por asomo la situación le causaba meido o temor alguno, sino algo contrario, le encantaba sentir al adrenalina correr por su cuerpo. Más aún cuando el looping se acercaba vertiginosamente rápido.

Tomó con fuerza el látigo y al tener sus A-T activados, separó las piernas y apoyó una fila de ruedas en cada riel, siendo jalado bruscamente por el vagón del parque de diversiones, mientras el chico, para sobrevivir, imitaba sus actos e incluso se sostuvo de su propia muñeca, espantado por el acto y por lo que posiblemente podría venir en el futuro.- ¡¡¡¿¿Dieta??!! ¡¡Yo no tomo malteadas repletas de calorías como si fuera agua!! ¡¡Jajajajaja!! -Retrocedió la cabeza y hechó una carcajada al ver todo bajo sus pies, era uno de los pocos momentos en los que realmente se divertía. Continuó con un perfecto equilibrio por los rieles mientras sucedía el paseo, aunque toda la gente se agrupaba al verlos.

Sintió la presión sobre su antebrazo, por suerte, estaba acostumbrada a portar sus cadenas enredadas en estos, así que le fue sencillo asegurar el látigo a pesar de ser un material distinto. Eso sí, a veces la presión se volvía dolorosa, más bien incómoda. Estaba siendo el úncio soporte de un adulto y un muchacho cuando ella era una joven de peso medio con brazos finos, aunque bastante fuertes según se podía notar en aquella circunstancias.

Rió bastante alto ante la respuesta a su comentario, se estba divirtiendo a lo grande, aunque hubiera preferido ser ella quien estuviera en el lugar de Kaito... Aún así, eso le acarrearía una noche en el calabozo y algunos otros días en la cárcel.

- "No me extraña que sea el capitán" -pensó para sí mientras le observaba, hacía un buen uso de sus patines, si es que dos pares de ruedas podían denominarse así. Además, el mérito era mayor teniendo en cuenta que las ruedas no se hallaban en las plantas de los pies, sino al lado de estos, lo que, de forma casi segura, haría más difícil mantener el equilibrio. Aún así, no tendría mucho más tiempo para lucirse, ese tipo de atracciones no solían ser muy largas y esta empezaba a entrar en el tramo final, el más emocionante cabía añadir.

Apretó los dientes justo cuando vió el escenario más peligroso de la montaña rusa y aceleró todo lo posible sus A-T para lograr llegar hasta donde se encontraba la chica, soltando por un segundo el látigo y así tomar el vagón con la mano, impulsándose hasta dejar al chiquillo sentado en lo que anteriormente era su lugar, pues sería un error enorme arriesgarle aunque deseara mucho matarlo. Cuando este quedó sentado alcanzó a hecharle las esposas a la muñeca y después al barrote del vagón, asegurándose de que no escapara. Al ver la ayuda de la chica una sonrisa malvada apareció en sus labios, tal vez debía dar un agradecimiento correcto y después olvidar el hecho.- .. ¿Quieres correr también? Ata el látigo y salta detrás de mí, procura sujetarte de mi cintura.

Le vió acelerar, incluso pensó en ayudarle tirando de él pero él no parecía necesitar ayuda, así que no se la prestó. Fue un alivio dejar de sentir la presión en su brazo, pero su atención estaba totalmente puesta en el varón de largos cabellos y en su proposicón.

- ¿Y quién me asegura a mí que no me vayas a arrestrar después? -preguntó aún cuando la idea le era la mar de tentadora. De todas formas, si la cosa se ponía fea podía escapar, con hacerle un par de "reformas" a los AT ajenos podría escapar fácilmente con los propios así que... Tampoco lo pensó mucho.

Se deshizo del látigo que aún portaba enrollado y lo ató con fuerza al seguro del asiento ajeno, tendría que arreglar el propio cuando la atracción se detuviese pero, por el momento, no había problema. No sabía si el Cocodrilo sabía que portaba trecks, pero prefirió dejarlo en la incógnita hasta el último momento. Momento en el que le guiñó el ojo con una divertida sonrisa con la clara intención de saltar tras él y agarrarse, como le había aconsejado, a su cintura una vez él se afianzase en el látigo. En cuanto estuviese a punto de tocar los rieles haría salir las ruedas de sus Kuroi roses para dejarse llevar por la misma fuerza de la atracción.

Sus sospechas habían sido ciertas y evidentemente, la chica portaba A-T y debía pertenecer a algún grupo de Stormriders, pero si algo sabía era saldar una deuda cuando se requiere algún favor y debía pagarla, de lo contrario no descansaría hasta no deberle nada a nadie. El chico Stormrider intentaba safarse en vano mientras tomaba del látigo con una mano y con otra la parte trasera del vagón que empezaba a escalar una muy, pero muy alta estructura, se preguntaba cómo terminaría todo aquello. - .. Apoya tu peso en las rodillas, en caso de que algo salga mal podrás saltar más rápido. -Afiló la mirada al decirlo aquello y a la vez hacerlo, ya casi al final de la subida.-