¿Un Stormrider ladrón? / Iron Clock priv.

Esa noche había sido llamado para atender un asunto urgente, y como era el único G-men que no tenía problemas en cuanto a su ubicación, fue el primero llegar en el camión al cual llamaba hogar. Estacionó este frente a la mansión de la cual había surgido la llamada de emergencia y bajó hecho un flojo, limpiándose la cara adormilada con las manos pero vistiendo sus características ropas descuidadas, incluso atrevidas. Le recibieron dos guardias de abundante musculatura y fue conducido a la sala principal de tan lujosa vivienda, aunque tanto brillo sólo le dormía más.

Pero lo que vió pudo despertarle por completo, la habitación estaba zurcada por marcas en todo el perímetro, desde el techo hasta las paredes y el suelo, marcas de A-T, un modelo bastante bueno, y al parecer no se trataba sólo de un individuo. Casualmente la mujer era esposa de un fabricante de piezas de A-T, por lo que ya pudo deducir a qué se debía la emergencia.- .. Querían robar todo el almacén de la mansión, pero sólo se llevaron algunas partes.. Sé que volverán .. - Dijo la elegante mujer en sollozos al presa de los nervios, pero a él no le importaba eso, lo único que había en su mente, era que el cocodrilo iba a obtener un buen festín. - No se preocupe, estaré vigilando. - Respondió con una sonrisa y dió media vuelta para regresar al camión, era obvio que no volverían esa noche, por lo que apartó el trailer hasta el final de la calle y ahí, retomó un poco de su sueño.

El StormRider volvía a su casa, a su mansión, no había salido con el auto, unos simples ATs en sus pies era lo único que necesitaba. La parte baja de sus pantalones negros de jean estaban rotas y manchadas con barro y sangre al igual que sus patines que siendo negros y blancos poco se veía de este último color, por encima una remera blanca tenía salpicaduras de sangre y sus manos tenían unos guantes negros con sus dedos al descubierto. Sonreía, al parecer no tenía heridas, a su espalda, colgada por un solo hombro, una mochila negra y anaranjada parecía cargada. Volvía de la base de Genesis luego de un “incidente” en la seguridad de la misma, en su mochila guardaba piezas de AT, memorias, un computador portátil, ropa, una libreta de tapas negras, entre otras varias pertenencias suyas y de otros compañeros de equipo.

El suave sonido de los Ats fue interrumpido y sustituido por un golpe cuando al pasar a un metro del vehículo el castaño saltó para recorrer un metro de su camino contra la pared de una de las cercas de las mansiones, solo por diversión y felicidad. Como si ese sonido no fuese poco al aterrizar derrapó levemente golpeando con el costado de sus patines un bote de basura tirándolo al piso utilizándolo como obstáculo para saltar dejándolo al medio de la calle dirigiéndose hacia la vereda opuesta. Llevaba puesto unos auriculares con la música un tanto alta por lo que cualquier grito o llamado sería mudo para él.

El escándalo abrió sus ojos cuando se había tirado en un colchón a retomar el suelo, transformando su rostro en una mueca de bastante molestia. Se levantó de golpe y hechó a los antebrazos su gabardina que ni siquiera subió a los hombros y equipó su pistola de balas falsas e incluso, el látigo que siempre había usado para trabajar, esa noche había carne fresca y no se contendría de arrestar a quien le había quitado el sueño, pues zumbido del motor correspondiente a otros A-T era bien reconocido por él.

Salió silenciosamente por la puerta del conductor y pudo vislumbrar al Stormrider que ya había visto numerosas veces y conocía de su fama.- .. Tenía que encontrarme con el homo ese .. -Murmuró con fastidio y al percatarse que ni siquiera estaba atento a las acciones de otros, cargó la pistola y disparó numerosas veces al trasero del chico, con afán de hacerle perder el equilibrio mientras se acercaba, para lograr atraparlo antes de que llegara a su adinerado recinto, sabía que no tendría oportunidad en ese lugar. La única opción era arrestarlo en su propio camión.

No había escuchado nada, la música electrónica golpeaba sus tímpanos en aquel copioso ritmo, pese a la hora no tenía sueño y en medio de su camino un fuerte dolor en su nalga derecha le hizo pensar por un segundo en un tirón muscular pero las que siguieron en su trasero y parte trasera de sus muslos le hicieron, efectivamente, perder el equilibrio soltando un corto grito de dolor al caer al piso proseguido por un quejido por su brazo raspado contra el pavimento, sus auriculares cayeron al igual que sus gafas y su mochila la cual quedó sujetando con su izquierda por la correa. Su mano libre fue directo a la zona golpeada por las balas cerrando uno de sus ojos en una mueca de dolor mientras se sobaba buscando el responsable con la mirada clavándose en el ya conocido vehículo - Mierda… ¿Qué hace él aquí? - miró a su alrededor comenzando a levantarse recogiendo sus gafas con su izquierda pasando la correa de la mochila por su brazo hasta su hombro. Buscaba si no había emboscada o similar y ya pensaba tomar su celular y llamar a alguien por si las cosas se ponían feas. Era obvio que no estaba allí de paseo.

Sonrió victorioso cuando logró tumbarle y justo en ese instante, corrió hacia el Stormrider para sacar el látigo de su bolsillo y lanzar un golpe inofensivo hacia el cuello del castaño, envolviendo este entre el cuero del arma y estirándolo hacia arriba, mientras una de sus botas se colocó encima de una de sus nalgas, pisando con cierta fuerza estando conciente del dolor que su arma logra causar en las personas.- .. ¿Jo? .. ¿Qué tenemos aquí? .. -Apretó un poco más a su cuello y miró la mochila, donde se asomaba la forma de algunas ruedas de A-T por dentro, deduciendo el contenido. Sabía que era imposible que Sano Yasuyoshi robara teniendo tanto dinero en el bolsillo, sin embargo no era un mal pretexto para retenerlo en prisión algunos días, aunque sólo estuviese en el lugar menos indicado.- .. Levántate, quedas arrestado.

Apenas se había empezado a levantar cuando volvió a caer al perder la base de su mano llevándola a su cuello envuelto en el cuero y soltó un corto grito más similar a un quejido a la vez que su rostro se fruncía en una mueca de dolor por el pié sobre su adolorido trasero. Mantenía sus dedos entre el látigo y su cuello, y uno de sus ojos cerrados manteniendo esa mueca de dolor.

- ¿Arrestado? ¿Bajo que cargos? – exigió saber moviéndose incomodo intentando liberarse de aquella serpiente de cuero que se apretaba contra su cuello arqueando su espalda en una pose demasiado vulnerable para su gusto.

Sin importarle las pertenencias del muchacho caminó hacia su hogar arrastrándole por el cuello con el látigo, confiando en que sería una persona inteligente y se levantaría para evitar hacerse más daño, de lo contrario, poco le importaba. Rodeo el vehículo y abrió las puertas traseras para tomarle del cuello de su camisa hasta llevarle cerca de su rostro y sonreír con un sadismo muy presente, adoraba tratar así a los que se hacían llamar Stormriders de alta categoría.- .. Robo de domicilio y auto-partes A-T .. Además de organizar peleas clandestinas con dicho artefacto.

Se apresuró a pararse y acercarse al policía para aflojar el agarre de la tira de cuero trenzado que era el látigo, el zumbido de los Ats al acercarse fue interrumpido cuando al ser tomado por el cuello de la camisa fue arrastrado, su contextura delgada lo hacía liviano y fácilmente maniobrable, aún adolorido en su trasero sentía que la piel le quemaba, seguro aquellas balas le dejarían marca por algunos días. Apretaba sus dientes y miraba directo a los ojos al policía llevando sus manos a las muñecas ajenas sin tirar, sonreía a medio labio - Sabes que no soy culpable. Si me encierras te haré un juicio por falsas acusaciones y tratos violentos a un civil, te quitaré de tu cargo si no me sueltas – amenazó con calma y seriedad en su voz pese a la sonrisa.

Su rostro adoptó una seriedad sepulcral y con desprecho lanzó al Stormrider dentro de su camión, entrando y cerrando las puertas detrás de si con poca importancia, pues se enfocaba en mantener bien apretado el cuello del castaño, sosteniendo con mano dura el látigo. Su bota ahora se presionó encima de su estómago y la otra rodilla tocó el suelo, dejándole inclinado sobre Iron, tanto que su cabello plateado ya le podía tocar el rostro.- .. ¿Crees que puedes safarte de las peleas clandestinas y todos los eventos que haz organizado? No soy el único que lo sabe.

Su espalda golpeó el piso de la camioneta, por el violento movimiento su cabello se despeinó callendo algunos mechones sobre sus ojos y el resto hacia atrás, sus gafas se calleron de su rostro quedando solo una patilla colgada de su oreja. De manera inconciente su cuerpo se tensó y sus manos se apretaron contra la muñeca del platinado, se quejó cuando el pie le presionó el estomago acentuando a su vez el dolor en su cadera y trasero. Apretaba sus dientes mirandole con seriedad - No puedes inculparme sin pruebas y me niego a seguir hablando sin un abogado. - no se arriesgaría a que le estuviese grabando por lo que no seguiría con el tema, seguro el policía sabría que el dinero movía el mundo y callaba bocas.

Había soltado la muñeca de quien le sostenía con su mano derecha y con cuidado la había deslizado por su pantalón, si lograba llegar a su celular solo debía presionar dos teclas para llamar a la golondrína, si ella escuchaba sabría la situación, debía mantenerla informada de todo.

La actitud del patinador le estaba crispando los nervios, acto común en cualquier Stormrider que se diera aires de grandeza, jamás le había importado el status económco de las personas si sabía que tenía un motivo para arrestarlas, incluso torturarlas. Cuando vió el acto de su mano de inmediato le tomó las muñecas al castaño y se las elevó muy por encima de su cabeza, enredándolas en el cuero del látigo restante, del cual no se había escapado su cuello. Bajó hasta los pantalones cubiertos de sangre y mientras los examinaba, arrancó las cuerdas de los A-T para sacarlos de sus pies.- .. ¿Cómo explicas tus vestimentas?

Sus dedos se habían metido en su bolsillo y apenas había tomado el celular cuando su brazo fue jalado, el celular salió arrastrado por el piso, impulsado por los dedos que apenas le sostenían, girando como un trompo se detuvo a apenas un metro de distancia de ambos. Como era de esperarse era un celular de última generación de pantalla táctil. Sus manos fueron atadas por encima de su cabeza, por suerte, sus largos guantes de tela le pretejieron de el roce del cuero sobre sus muñecas, el castaño solo giró su rostro al celular y un “tsk!” se escuchó al chasquear de su lengua contra su paladar, no parecía asustado por la situación aun que se encontrara en una posición desfavorable.

La mochila seguía enlazada por la correa en su brazo, esperaba que por los golpes no se hubiese dañado nada en el interior, sobretodo su computador portátil y las partes de AT, más que nada el repuesto de las llantas de los ATs de Simca así como los núcleos de motor que serían partes de un prototipo para una falsa regalía de la calavera.

Alzó su rostro siendo detenido por el cuero en su cuello, maldijo en su mente cuando el platinado desnudó sus pies quitándole los patines, parte importante y mayor influenciador en su índice de pelea y probabilidades de escapar de las fauces de ese caimán. Era obvio que había notado la sangre entre el barro y más si el policía se fijaba en las salpicaduras en la parte baja de su remera y el rojo algo seco pero claramente reciente, en sus patines - Autodefensa. Me atacó un StormRider y me tuve que defender. – explicó con simpleza, medio mentira medio verdad. Un StormRider que entró a la base de Genesis era un ataque directo y una condena de muerte, pero este pobre patinador solo había entrado al estadio abandonado en desconocimiento, buscando un lugar tranquilo donde patinar y poder practicar algunos trick, con suerte llegaba a ser un grade E que terminó siendo cruelmente el juguete del castaño.

Una carcajada bastante burlona escapó de los labios del bien conocido cocodrilo, mientras que le ató los tobillos con una cuerda de plástico sin siquiera un atisbo de cordialidad. Después le tomó de un muslo y brúscamente le volteó para dejarlo boca abajo, sentándose con todo su peso encima del trasero del castaño, asegurándose con ello de que no tendría posibilidades de moverse y así, extraer de su bolsillo una cajetilla de cigarros, tomando uno con los labios y encendiéndolo con un objeto cuadrado.- .. Lo lamento, pero su vestimenta es demasiado sospechosas y sin pruebas de lo contrario, no puedo dejarle ir. -Musitó con una voz profunda y de bajo volúmen mientras emitía algo de humo debido al cigarro, ahora comenzando a registrar las pertenencias del muchacho, introduciendo con descaro las manos en los bolsillos de su pantalón tanto delanteros como traseros dejando los objetos a un costado, después comenzó a buscar en la mochila, guardando cierto respeto por las cosas que iba sacando, pues algunas quizás le servirían. Todo aquello lo hizo aplicando cierta presión con propio trasero en el suyo, conciente del dolor que podría causar.-

Cuando sintió sus tobillos apresados volvió a levantar bruscamente su cabeza consiguiendo solo ahorcarse con el látigo obligándole a bajarla nuevamente - ¡¿Pero que crees que estás haciendo?! – al ser volteado, estando prácticamente inmovilizado, sus gafas terminaron por caerse al piso, un corto “Ah!” fue lo que le indicó al platinado que al sentarse sobre su trasero había reavivado el dolor del mismo - ¡Soy un civil, maldita sea! ¡No puedes tratarme de esta manera y menos atarme! Esto es secuestro y agresión a la ciudadanía. Vas a… – sus palabras se cortaron cuando sintió las manos recorrerle su cadera y trasero extrayendo sus cosas, entre estas, su billetera (poco dinero, tarjetas de credito, DNI, libreta de conducir, etc), unas llaves, un reloj de bolsillo y en su bolsillo trasero una pegatina de Genesis. - Tsk… - el enojo del castaño le hacía apretar sus puños luchando contra la tentación de flexionar sus rodillas y darle una patada directo a la nuca.

Dentro de la mochila, a parte de lo mencionado podría encontrar en el bolsillo externo un reloj digital pequeño detenido en 00:10 con un botón encima. Su entorno decorado y labrado en algún metal le daban una apariencia un tanto antigua. En el mismo bolsillo encontraría un reloj de aceite, similar a uno de arena pero en lugar de arena un espeso aceite celeste caía por la estrangulación del vidrio marcando tres minutos exactos. Si no tenía cuidado el platinado se cortaría, pues los golpes habían roto un reloj de arena de 1 minuto (pequeño) dejando fragmentos de vidrios en ese bolsillo.

Arqueó la ceja cuando sacó todos los objetos del castaño y lo primero que le llamó la atención fue la calcomanía de Genesis, grupo del cual estaba perfectamente enterado.- .. ¿Esto cuenta como suficiente evidencia? .. -Ladeó los labios en una sonrisa cínica y sacó una bolsa de plástico del cajón más cercano, introduciendo la calcomanía en la misma. añadió los reloj y los pequeños objetos que le hicieron extrañarse cada vez más.- .. Pero que demo- .. ¿¡Para qué quieres tantos relojes!? verg1 -Siguió buscando en la mochila hasta que sintió algo filoso cortarle la yema del dedo medio, sacándolo rápidamente cuando comenzaba a sangrar, lo que le causó gran furia al grado de tomarle los cabellos y presionarlo cruelmente contra el suelo del camión.- .. Olvídate de regresar a tu mansión sin unos cuantos golpes antes.. -Murmuró encima de su oído, dejándole parte de la sangre de su dedo justo en los labios del Stormrider.

No respondió a la primera pregunta, por primera vez maldijo en su mente a la golondrina que siempre andaba con aquellas pegatinas por todos lados entregándole a él algunas. Genesis ya contaba con casi todo Tokio como territorio puesto que muchos de los equipos más grandes de Tokio, incluso de Japón, eran subordinados de Genesis. Así que aquellas pegatinas eran simples decoraciones a la ciudad.

Cuando escuchó el corte y sus cabellos eran jalados una sádica sonrisa se dibujó en su rostro, escuchó cada palabra susurrada y limpiando sus labios con su lengua le miró de reojo - El tiempo me cuida, Caimán. El es mi esclavo. – le dijo a modo de contestación. Sabía que no se podría salvar de una golpiza, menos al estar maniatado, enlazado por su cuello y tobillos como si fuese un becerro en una clase de feria vaquera.

-Se levantó de su lugar y le tomó del cuello de la camisa para alzarle con brusquedad al grado de que su rostro quedara cerca del suyo, simplemente por deseos de observar el rostro derrotado del patinador, cuya actitud comenzaba a detestar a cada paso de sus preciados segundos. Le arrastró directo al centro del camión y en el techo, donde un fuerte soporte se lucía a manera de tubo, lanzó el látigo y le dejó colgado de las muñecas y casi el cuello, aunque no había presión en este como para impedir la respiración en ningún momento, quizás ni siquiera le lastimaba. Ató los pies a la pata de una resistente mesa y le dejó en esa forma, mirándole a lo lejos.- .. Todos ustedes son tan vulnerables sin sus A-T .. No son más que simples civiles.

Lejos de encontrarse con un rostro derrotado y frustrado, el platinado vería el rostro sonriente del castaño. Se sentía vulnerable, le dolía la zona de la cadera, estaba completamente incapaz de defenderse e incluso estaba algo asustado por la desfavorable situación y no saber que ocurriría, pero no le daría el gusto de mostrárselo por lo que aquella sonrisa entre sádica y burlona se mostraba en su rostro.

Al ser colgado e inmovilizado al atarse sus pies a la mesa un estremecimiento le recorrió la columna, estaba asustado, no sabía que le haría y casi enseguida le llegó a la mente la sala de torturas de la base de Genesis, los gritos de los torturados cuando se les era arrancada la información a base de flagelaciones y torturas psicológicas. Intentó no demostrarlo esperando poder ordenar su mente rápido - Si crees que soy tan inofensivo sin ATs ¿Por qué tomas tantas precauciones en atarme e inmovilizarme?-

Una mueca de enojo se cruzó por sus labios y sostuvo el cigarro con el índice y medio para lanzar el humo de su boca justo en el rostro del castaño, tomándole del mentón con brusquedad para dejarle el rostro fijo con el propio, el cual le fulminaba con la mirada.- Porque disfrutaré más golpeándote al verte tan vulnerable. -Pero en un acto de retorcida cordialidad, acercó el cigarro a los labios del chico de manera que este pudiese tomar una calada del mismo, todavía sin soltarle el mentón que había empezado a delinear con las yemas de los dedos.

El humo se dividió en su rostro obligándole a entrecerrar la mirada y carraspear su garganta, no fumaba y no estaba acostumbrado al humo. Mantenía su mirada con la sádica ajena, no flaqueaba, por lo menos no demostraba debilidad, nunca le habían capturado y torturado por información pero estaba entrenado para no hablar… el único problema era que el Caimán no buscaba información, si no placer propio con su tortura, quizás por eso era lo que le hacía temer.

Cuando el filtro rozó sus labios el castaño intentó apartar el rostro siendo detenido por los dedos que lo sujetaban y acariciaban, así que solo entreabrió sus labios para acariciar el filtro con su lengua sonriendo - Gracias, pero no fumo – su tono fue amable y neutral, incluso amigable, como si hablase con un amigo. Sabía que esa actitud solo enojaría al platinado pero un golpe más o un golpe menos no importaría a la larga.

La imágen de su lengua deslizándose por el filtro del cigarro le causó cierta atracción, tanta que su mirada no se pudo despegar del acto hasta verse finalizado, incluso delineó con los ojos los movimientos de su lengua. Cuando esta se apartó, sus propios labios tomaron el cigarro y con las imágenes grabadas en su mente buscó circular por el mismo camino que el castaño aunque sólo fuera por ese pequeño objeto, lo que daba pie a un beso indirecto, por mera curiosidad e incluso maldad.

La mano de su mentón bajó con brusquedad y le tomó de los costados del abdomen con fuerza, acercándole al plateado para mirarlo muy de cerca, tanto que su nariz casi tocaba la ajena. Con el cigarro ocupando la comisura de sus labios musitó en un tono de voz bajo, pero profundo.- .. Si me ayudas a capturar a los Stormriders más grandes, te dejaré ir ileso.

Notó como el platinado le había observado y por supuesto, notó la atracción que este sintió a tal acto, quizás no sería tan malo después de todo aquella situación, al menos tenía un hilo de donde sujetarse. Sonrió entornando su mirada de manera un tanto coqueta soltando un suspiro cuando su cuerpo fue atraído al pelilargo. Entreabrió sus labios relamiendo los mismo sin deshacer su sonrisa levantando un poco su rostro para alejarlo del ajeno - Por más que te ayudara no tendrías oportunidad contra los reyes… aunque podríamos llegar a un acuerdo - no estaba en posición de negociar, pero no estaba de más intentarlo.

Aunque él policía no lo supiera, él era quien recaudaba información, procesaba y archivaba sobre todos los StormRiders, regalías y actividades de los equipos enemigos así como también era la parte de inteligencia de Genesis. Podría serle de utilidad tener a un G-Man de su lado, más siendo este el líder de los mismos.

Afiló la mirada con enojo y retrocedió una mano para imprimir en la mejilla del castaño una violenta bofetada que terminó ladeándole el rostro, detestaba que vieran por encima de él y sobre todo, que este creyera que podía conseguir siquiera algo de dominio en el cocodrilo. Tomó el cuello de su camisa y le acercó de nueva cuenta, deslizando la punta de su lengua por la mejilla inflamada del Stormrider, próximo a mencionar encima de su oído.- .. Creo que no estás entendiendo .. Cambiaré mi argumento .. Vas a ayudarme y quizás salgas ileso .. Pero me causa curiosidad tu deseo por negociar.. ¿Qué tienes en mente?

- Jm! – Cerró sus ojos y ladeó el rostro por el golpe, se escuchó el sonido del cuero rozar apretadamente en la atadura de sus muñecas al ser movido y el castaño intentó mover sus muñecas al comenzar a sentir adormiladas sus manos por la apretada atadura que le sostenía en el aire teniendo todo el peso de su cuerpo en el lazo en sus muñecas. Un escalofrío le recorrió al sentir la húmeda y cálida lengua sobre la inflamada y adolorida zona sonrosada por el reciente golpe, abrió de golpe sus ojos y su cuerpo se estremeció volviendo a hacer sonar el cuero ajustado - Puedo brindarte información, darte en bandeja de plata a varios altos grados, incluso a Ikki “El cuervo”. Solo deberás hacer la vista gorda en algunas zonas y me tendrás a tu disposición. - aquella última frase fue dicha en un tono un tanto más suave, volviendo a dar un toque a aquel hilo de seducción pero no explícitamente.

No era estúpido, sabría que no le entregaría a los altos mandos tan fácilmente, sin embargo con la simple mención de los lugares a los cuales no debía investigar y proteger, ya era algo suficiente para tener dónde empezar todas sus maniobras para terminar con el mundo de los Stormrider. Llevó las manos a las muñecas del patinador y las retiró del cuero, sosteniéndolas con sendas manos propias para bajarle los pies descalzos al suelo, los cuales estaba dispuesto a pisar en caso de que se atreviera a defenderse.- .. Continúa.