Buscando... ¿Tetris?

- A mí no me gusta el marisco ¬¬U -le recordó mirando como el hechaba el camarón al plato aunque siendo rápida y devolviéndoselo antes de que se le mezclara el sabor con el de la carne. Prefirió ignorar el hecho y seguir comiendo tranquilamente, hasta que escuchó de nuevo otra pregunta relacionada con lo msimo: Su vida privada...

- No, no he tenido novio... Aunque... -pensó de repente en su primer beso, escasas horas antes... Había preferido intentar olvidarlo pero era muy extraño, sobre todo por el hecho de que se lo hubiera dado una chica, Natsuko ni más ni menos...

Aquella última palabra llamó la atención del rubio como si estuviese enmarcada en neón, tomó uno de los camarones llevándolo a su boca tragándolo casi sin masticarlo - ¿Aunque…? – dijo con toda la naturalidad que pudo aunque era más que obvio que se moría de la curiosidad.

Apenas salió de su ensimismamiento cuando él repitió su últimapalabra, haciendo que le volviese a mirar de soslayo con las facciones de su rostro relajadas y un nímio tono rosado sobre sus pómulos.

- ... No es nada -dijo tras unos cortos segundos de silencio, intentando dejar el tema de lado aún cuando sabía, o suponía, que el rubio no se daría por vencido con solo eso ya que el ruborizar de la joven podía aumentar la curiosidad del varón.

Dejó de lado los palillos - Si no es nada entonces no te molestará contarme… pues es obvio que algo ocultas – estiró su brazo para tomarla por detrás del cuello y acercarla a él haciéndole una suerte de llave para con su otra mano despeinanrla con su puño cerrado - ¿Acaso no le dirás que ocultas a tu Oni-nii-san? ¿Tendré que utilizar mi tecnica especial de enema para sacarte la información? –

Le miró alzando una ceja con la intención de negar su suposición, pero el brazo ajeno no había tardado en envolverla de nuevo sobre los hombros para inmovilizarla y empezar a despeinarla de nuevo, solo que esta vez, haciéndole daño al restregar sus nudillos sobre su cabeza.

- ¡¡Yoshi-baka suéltame!! -daba igual cuánto pataleara o cuánto se moviera, no podía librarse del agarre del Rey del Estruendo. A parte de ser mayor, era varón, y más fuerte que ella en lo que a fuerza física se refiere.

- ¡De acuerdo de acuerdo! ¡Te lo diré pero para! -se rindió tras estar en aquella posición durante al menos medio minuto, sentía que de su cabeza podrían incluso salir llamas de la fricción del puño ajeno sobre esta, por no mencionar el dolor provocado, nada del otro mundo, pero incómodo. Además la sola idea de que la última amenaza del rubio pudiera hacerse realidad le causaba escalofríos y arcadas...

Alejó su puño dibujándosele una sonrisa más amplia de la que ya poseía pero no soltó su agarre - Habla y te suelto~ - le dijo aún con ese tono de juego y malicia. Los dueños del puesto así como los pocos presentes observaban la escenita poco menos que con una gran gota celestina sobre su sien.

- "Esto es vergonzoso..." Solo recordaba mi primer beso, es todo ¬////¬ -dijo mirando hacia otro lado con las mejillas ya rojas visiblemente, esperando que él la soltase después de hacerla hablar. No volvería a ese restaurante nunca más, con el rubio al menos.

No la soltó, si no que por el contrario apretó más su agarre casi tirándola de su asiento para empujarla contra él - ¿Tu primer beso? Cuenta, con quien, cuando, donde, que edad tenías. ¿Aún eres virgen? – agradecería que la tenía firmemente atrapada por que si no seguramente se llevaría un par de golpes.

Tuvo que bajar del taburete para poder mantener el equilibrio y evitar así caerse junto a la silla, la cual a duras penas había logrado quedarse en pie después de que la joven fuera obligada a levantarse, aún estando apresada por el mayor que parecía más un padre que un "amigo de la familia".

- Solo fue un beso maldito cotilla -murmuró aunque quería gritárselo, con tal de no llamar más la atención prefería aguantarse las ganas de soltarle la cantidad de improperios que pensaba en contra del ojiverde.

Además, tal y como él suponía, la morena estaba deseosa de darle un par de puñetazos bien dados, quizá incluso alguna patada, pero en la posición en la que estaba, le era prácticamente imposible moverse.

Apenas se acomodó en la silla teniendo él la posición favorable en la situación - Contestame~ o sabes las consecuencias – canturreó volviendo a despeinarla solo un par de veces con su puño cerrado a modo de advertencia. Despertaba su curiosidad, no tenía duda y quizás un poco de celos y sobreprotección, la última vez que la había visto era una niña inocente, adorable y un poquitín violenta y por muchos años Benkei y también él la intentaban proteger de todo.

- Quien vive conmigo, ayer, cerca de las torres de electricidad de camino aquí, seguía teniendo los 17 y sí, soy virgen ¬////¬ ¿Conteto? -susurró de forma rápida y avergonzada y buscando librarse cuanto más pronto, mejor de aquel agarre que empezaba a ser más molesto de lo que era antes. Eso sí, el hecho de que hubiera cedido al interrogatorio no significaba que aún no hiciese fuerza para intentar sacar su cabeza de la "mordaza" que creaba el brazo y tronco ajenos.

Finalmente la liberó sonriendo picaramente ladeándose hacia ella con sus brazos cruzados - ¿A los 17? Y sigues siendo virgen~ Eres una buena chica, un poco santita de más… pero supongo que eso se debe a la influencia de las TTT y al no tener rey. Agradece que tienes mi palabra de que Benkei no sabrá que te vi, si no enloquecería al saber que compartes piso con un chico- Ella no especificó y él asumió que su primer beso había sido con un chico, pues la pelinegra no tenía ese… esa… apariencia de lesbiana, en cortas palabras.

El dueño se acercó a la barra y retiró los bowls haciendole una señal al pelirrubio mostrandole con sus dedos el valor de ambos platillos, unos seicientos yenes, el rubio sonrió y dejó una moneda de 100 yenes sobre la mesa - En la tarde te pago el resto, Ojii-san- dijo y el dueño sonrió y asintió con su cabeza.

- Las Tool Toul To no tienen nada que ver en esto, es cosa mía "Además apenas me paso por clase como para que me hayan convertido en una devota cristiana..." -pensó para sí agradeciendo en silencio haber sido soltada, reordenándose los cabellos y sobando un poco su cuello y cabeza maltratados.

- No soy una santita, pero tampoco me acuesto con el primero que encuentro... Dime estúpida pero no pienso meterme en la cama con tíos que acabo de conocer, por no decir que apenas "conozco" chicos -dijo haciendo las comillas con sus manos pues conozcer síq eu conocía, pero a todos e vista, no era de las adolescentes que salían con amigos, tampoco con amigas cabía decirse. Era, en casi todos los aspectos, solitaria, quizá en exceso.

- "Aunque yo nunca dije que fuera chico..." -pensó para sí, pero no pensaba decirle a Yoshitsune que su compañera de piso le había besado, prefería que siguiera creyendo que había sido un varón, manteniendo el sexo de su "okupa" en secreto así como la noche de copas que, por lo poco que sabía, no acabó muy decente que se diga auqnue en verdad, sin que ella lo supiera, no pasó nada, quizá algo de toqueteo, pero nada más...

Por suerte se había conseguido terminar el bol antes de empezar la serie de preguntas de Yoshitsune, así que no le importó que el dueño retirase ambas consumiciones. Creía tener lo bastante para pagarle, pero ahora pensaba dejar que el varón de horteras lentes pagara todo, por cotilla.

Conforme con las respiestas y con lo que había conseguido el rubio se levantó estirando su espalda haciendo sonar sus huesos - Me estoy volviendo viejo~ - dijo en un susurro canturreado sonriendo - Está bien que seas así, es lo mejor que puedes hacer. Ahora aclarame una duda. ¿Peleas? - ella le había mencionado que era grado F, y que era una StormRider por lo que al menos alguna vez habría peleado. A decir verdad le entusiasaba ese hecho.

No le importó pagar, más por que él había invitado desconociendo la razón que ella maquinaba en sumente de dejarle pagar por cotilla. Volvió a alzar su brazo rodeandola porlos hombros atrayendola nuevamente contra él para guiarla a la salida - Vamos al templo - le avisó puesto que tomarían otro camino diferente de que simplemente cruzar la calle al Arcade.

- "Viejo te iba a dar yo..." -pensó enojada para sus adentros teniendo la increíble tentación de querer darle una patada en la espalda para sustituír las manoas ajenas en su labor de forma brusca y muy poco delicada.

- Con y sin air treck. Al parecer tengo la mala suerte de meterme donde no me llaman y estar donde no debo en los momentos más inoportunos... -incluso podría decirse que, dejando de lado la mala suerte, ella tampoco hacía mucho para evitar enfrentamientos. Si le retaban y le interesaba, peleaba. Si la provocaban lo bastante bien, peleaba... Había muchas formas de conseguir que la joven morena aceptara pelear, ya fuera en la Parts War o en simples peleas callejeras como si de una mera pandillera se tratase.

- Ah, no quisiera dar nada por sentado pero ni se te ocurra pensar por un momento que voy a intentar el Devil 33, no en reto al menos. Por mucho tiempo que lleve en esto no soy más que una novata con conocimiento de algunos tricks y velocidad media -advirtió tras saber a dónde se dirigían. Conocía la base de Tridente, y también el nombrado Devil 33. No tenía ni idea de cuál era su mejor marca de salto ya que no solía mirar demasiado su propia tarjeta e, incluso, a veces la quitaba, por lo que no tenía constancia de cuánto era capaz de saltar y no quería hacer el ridículo delante del rubio, aunque para eso ya fuera algo tarde... Si él quería ver de cuánto era capaz, adelante, pero no quería arriesgar más de lo necesario.

Soltó una leve risita mientras caminaban calle abajo, como siempre el caminar del rubio era peculiar, despreocupado y un tanto inestable, pareciese incluso borracho por momentos - Tranquila, no te haré saltar. ¿No haz considerado de subir de grado? ¿O eres demasiado mala? Si quieres te puedo ayudar - ofreció sonriente mientras la miraba de tanto en tanto buscando con su mano libre la cajetillas de cigarros en su pantalón finalmente encontrandola en su camisa alzandola hacia ella dandole un golpe suave en la parte de abajo de la cajetilla contra la cabeza ajena haciendo que un par de cigarros sobresalieran de la parte rota de la caja llevandola a sus labios y ofreciendole el otro a ella.

Casi le daba verguenza caminar al lado del ojiverde, aunque peor sería verle vestido de ninja o de cualquier otra tontería que pudieran alquilar en la tienda de disfraces. De pequeña solía asustarla vistiéndose de monstruos o fantasmas, incluso de demonio, aunque careta no necsitaba y tampoco cuernos. Ese recuerdo le hizo reír levemente meintras caminaba con ambas manos en los bolsillo y casi meciéndose a un lado a otro por el caminar ajeno.

- El TTT me ocupa mucho tiempo, apenas he luchado algunas peleas aunque tengo una pendiente con alguien de grado superior, así que, ya veremos si en un solo combate puedo subir aún estando un poco en desventaja... Si no te importa, aceptaré tu oferta, hace mucho que me dedico solo a recorrer la ciudad y he dejado un poco de lado mi trabajo de rider por... Sucesos inesperados -resumió también evitando decir que era, en gran parte, porque había ayudado a Natsuko a dar sus primeros pasos como rider, desde la elección de los AT hasta las explicaciones básicas que todo rider debe saber, eso sí, manteniendo en secreto la posición y existencia de su equipo y el Sendero del Anillo así como de información precisa de los reyes y regalías ya que no consideraba que una principiante tuviera porqué saberlo.

- No fumo~ -confesó con sutil tono de voz despreocupado, pues ya había imaginado que Yoshitsune daría por sentado que sí lo hacía cuando le robó el cigarro directamente de sus labios, llevándolo luego a los suyos y ejerciendo un beso indirecto que, ni antes ni ahora, le importó o se paraba a pensar en él.

- Bien, cuando lleguemos al templo veremos tu memory y de ahí veremos en que necesitas entrenarte – guardó la caja de cigarros y sacando un encendedor prendió el suyo soltando un par de bocanadas de humo volviendo a dejar el encendedor de donde lo había sacado - Haces bien en no fumar, estas cosas matan – comentó con una sonrisa sacando con su mano libre el cigarro de sus labios sacudiendo la ceniza lanzándola a una papelera que había allí casi dispuesta para él y su paso. Ni siquiera miró, era obvio que sabía el lugar exacto de aquel tacho de metal amurado contra la puerta del negocio, quizás por cálculos o quizás por pasar a diario por esa calle.

Doblando la calle ya se veía al final de la misma como las casas se hacían más humildes y espaciadas viendo a lo lejos la parte superior del templo abandonado, con sus ventanas rotas y tejas destruidas, no solo por el paso del tiempo si no por los saltos y paseo de los Riders sobre aquella sinuosa superficie.

- Como quieras, aunque a veces suelo sacarla de los treck, manías mías probablemente -comentó encogiéndose de hombros. No tenía una razón exacta para hacerlo, quizá se sentía mejor al saber que nada de lo que hacía se reflejaría en datos, números y estadísticas pues su mente, a veces, calculaba esos mismos datos por sí misma siempre que llevaba la tarjeta para luego ver su memoria y comprobar si se equivocaba o no.

- No eres el más indicado para decirlo. Es más, me extraña que sigas de una pieza y con el coco funcionando -dijo riéndose por aquella pequeña broma. Comiendo lo que comía y haciendo lo que hacía, era más que obvio que solo lograba cuidar de "sí mismo" teniendo a alguien pendiente de él casi todo el rato.

Su mirada se clavó en su próximo destino y luego en el cielo, aún cuando ese último gesto no le sirviera de nada. Sabía la hora exacta, era pronto, y si pasaba cualquier cosa podría llamar a Natsuko para decirle que no la esperase. Se podía ver distraída mientras miraba a su alrededor, ignorando un poco por dónde iba tan solo siguiendo el sonido del caminar del Rey.

Seguía caminando con su brazo envolviendo los ohombros de ella apretandola contra él de manera cariñosa pero para nada lasciva. Su mirada se mantenía en el camino hasta que al verla alzar la mirada por el rabillo del ojo dirigió su mirada a los pechos ajenos comprobando que efectivamente habían crecido considerablemente, calculaba que incluso estarían tan grandes como los de Benkei... una copa C, quizás D - Me mantengo a punto de caramelo, Karu-baka. - se quejó respecto a su condición fisica, pese a que fumara, a que sus habitos alimenticios no fuesen los mejores y que su sueño fuese interrumpido por sesiones de Tetris el rubio mantenía un exelente estado fisico, pocos sabían como pues cuando entrenaba en el templo prefería que este estuviese vacío. Seguro la pelinegra habría comprobado su estado ficico en sus juegos de manos pues sus movimientos exactos y fuertes, pese a ser violentos no la habían lastimado aunque tampoco le había temblado la mano al momento de inmovilizarla.

No se dió cuenta de la mirada dirigida a su pecho, y más le valía al rubio que no le descubriera aunque, si se pusieran serios, ella sería incapaz de tocarle. Bien sabía que se conservaba fresco como una rosa, Dios sabría cómo, pero era un hecho que el Rey del Estruendo estaba siempre en forma, siempre atento a todo lo que pudiera ocurrir.

- Pues ten cuidado, no te vayas a derretir con el calor~ -volvió a burlarse un poco de él, manteniendo el ambiente calmo entre ambos y teniendo que acelerar un poco su paso para evitar ser arrastrada.

- Por cierto, ¿qué es lo que te preocupaba antes? -preguntó recordando la cara que el varón puso al preguntarle por dónde había llegado a Kyoto. No le había podido pregutnar mientras comían pues, entre unas cosas y otras, se le había olvidado.

Al escuchar su pregunta se enserió apartando la vista del cuerpo ajeno mirando hacia el frente, inconcientemente apresuró su paso. Recordó la discusión que había tenido con Benkei y con algunos de sus compañeros de equipo y subordinados, no le gustaba la situación y no quería preocuparla pero por otro lado ella venía de Tokio, seguro estaría acostumbrada a situaciones peores.

Suspiró antes de comenzar a hablar - Se han visto algunos G-Man en la zona, sobretodo en el puente y hace menos de una semana un samurai de Kyoto fue arrestado en el subterráneo por patinar por los túneles en desuso, era un grupo de cuatro, los otros tres escaparon. No habían venido nadie de la patrulla G-Man desde hacía tiempo, casi un año y estos últimos días los hemos visto hasta en la sopa… Temo que venga el Caimán. Los StromRiders de aquí no están acostumbrados a protegerse de la policía y sé que se les enfrentarán.. no es que dude que nuestras fuerzas sean menores que las de ellos, es más, estoy seguro que los destrozaríamos, más con el respaldo de Genesis pero no quiero un lío tan grande en mi ciudad – la preocupación era palpable en su voz así como la carga que llevaba.

Se quedó pensativa y en silencio unos cuantos segundos después de que él terminase de explicar la situación mientras ella caminaba a la par, acelerando también su andar. Su mirada descendió y adoptó una pose pensativa, más seria de lo que podría esperarse de una adolescente de 17 años.

- Se están movilizando... Quizá intenten hacer que las reyertas entre riders y equipos se acrecienten para que nadie confíe en el que tiene al lado. En cuestión de número y fuerza, somos mejores. Pero si desconfiamos los unos de los otros no somos más que ovejas directas al matadero... No es buena idea que los riders les planten cara, pero conociendo al Tridente, será difícil opacar sus ganas de defender su territorio de los "invasores" -hablaba seria, calma, casi imperturbable pero con preocupación también, después de todo, Yoshitsune y Benkei eran casi todo lo que tenía, y Kyoto su primer hogar.

- ¿Qué opinan los otros dos líderes de evitar las confrontaciones? -cuestionaría durante un buen rato hasta saber todos los detalles de la situación. Por desgracia, solo una cosa estaba clara, que lo que estaba pasando no era nada bueno.

Volvió a suspirar profundamente y dejandose oír - Los otros líderes… Benkei está de acuerdo conmigo, pero Take-chan obviamente no está de acuerdo… - sus pies pisaron el césped crecido del templo abandonado…

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